Nombre completo: Nemu Kitsu
Edad: aparenta 9 años, pero tiene diez más, es decir 19.
Raza: Humano alterado
Profesión: mascota
Características físicas: Es bajito y está algo flaco. Su piel es marfileña y suave. Posee unos grandes y expresivos ojos carmesí, que conjuntan con su desbaratado y suave cabello anaranjado.
Posee orejtas de gato y cola, ambas de color rojizo. Alrededor de su cuello hay un collar de curo que bien podría confudirse con un collar de perro.
En cuanto a la ropa, no es coqueto por lo que si nadie le ordena vestir de una manera, se siente cómo con cuatro trapos justos para taparse las vergüenzas. No le agradan los zapatos y suele ir descalzo.
Historia:
No recuerda nada de su vida cien por cien humana, o tal vez no lo recuerde, porque Nemu no existía antes. Un gato y un niño y de resultado Nemu. Nunca entendió esto y tampoco se lo explicaron las suficientes veces como para comprenderlo. Sabía que él no era como los demás y había sido creado simplemente para complacer a su dueño.
Su dueño, un joven encantador y trabajador que con rapidez se ganó la simpatía de todo aquel que le rodeaba. Pero, todos tenemos un lado oscuro que tratamos de ocultar e irónicamente, es proporcional al grado de bonadad que mostramos.
Pues bien, su dueño tenía un extremo amor hacia los niños y hacia los gatos. Quería tener uno, pero no un niño ni un gato por separados, sino las dos cosas. Nunca se llegó a saber a quién le encargo el trabajo, pero lo que sí se supo fue que por su cumpleaños le regalaron una mascota un tanto diferente: Nemu.
Nemu, había sido adiestrado con la más severa disciplina y el miedo le hizo forzar una sonrisa inquebrantable en su rostro. Una sonrisa encantadora que atrapaba a quien la viese. Desde ese día, el hombre fue feliz con su mascota y Nemu, no fue feliz con el hombre. No era feliz porque le obligaba a hacer cosas que no le gustaban. No era feliz porque no podía jugar. No era feliz porque no podía salir a la calle y sobre todo; no fue feliz porque le pusieron un collar que no podía quitarse y cada vez le apretaba más la garganta.
Pero, su amo fue descubierto y la policía le detuvo por pedófilo, y por experimentar con vidas humanas. Nemu fue llevado a un centro especial para mascotas sin dueño: la perrera. Le gustaría salir de allí aunque fuese con otro amo, pero odia ser tratado como un vulgar perro callejero.
Armas: Cuando se enfada puede sacar unas uñas y pegar unos buenos mordiscos con sus colmillitos.
Imágen:
Anexo: En realidad puede quitarse el collar, sólo que le han reprendido tantas veces por intentarlo, que al final terminó creyéndose que no se podía quitar.