Faltaba un poco para la media noche, aquella hora en que las brujas beben el te, Athalia se disponia a descansar , y que mejor forma que con con un buen trago de alchol. Entro en el establecimiento tratando de no llamar la atencion, tan solo su rostro era visible por la capucha negra que ahora llevaba puesta, un mechon de pelo blanco que caia a un lado de su rostro y las orbes azules eran lo que mas destacaba de la mujer, finalmente cuando estuvo frente a la cantina, procedio a sentarse en uno de los asientos, con cuidado de no toparse con nadie, pues no queria armar un escandalo siendo ella nueva en la ciudad.Cuando por fin estuvo comoda en la pequeña banqueta, que queria imitar un asiento, hizo un ademan con la mano para llamar al cantinero, -Me podria servir por favor, algo de whisky?- Resono la dulce voz, bastante jovial para el rostro empapado de madurez y sabiduria.
El cantinero regreso tras unos minutos, sirviendole el trago solicitado, con una mirada un tanto desconfiada, que le fue respondida con una amena sonrisa.
El plan era esperar, algun demonio entraria al lugar, buscaria problemas, ella salvaria el dia y entonces lograria darse a conocer entre los presentes, cosa que le traeria clientes y por supuesto....plata...