Jardín nocturno [privado - Pandora]

Pareciera que todo el lugar estubiera construido para cautivar e hipnotizar con su belleza, cosa que hacia que hasta el mas pequeño insecto que pasaba por el lugar llamara su atencion, atontandola de alguna u otra forma, aturdiendole con la magnificencia del lugar y su belleza.

La oscuridad no le intimidaba, las pequeñas luciernagas que rondaban por el lugar iluminaban de sierta forma misteriosa el lugar, y el brillo de los faros que habia en el camino hacia la mansion tambien cooperaba con la leve iluminacion del lugar, asi como la misma luz de la luna lo embellecia todo.

Los mechones de su cabello, los cuales no se mantenian tomados en las coletas, se movian levemente con la suave brisa, asi como tambien lo hacia de manera muy leve la falda de su vestido. Inconsientemente, al ver la bella entrada a aquel laberinto que aquel jarin ocultaba, se acerco a esta para tocar uno de los hermosos botones de una rosa que aun no nacia, pero su actuar se vio interrumpido cuando sintio la voz del Conde y su mano sobre su hombro. Tras escuchar las palabras que este diria sobre su propio jardin, sonreiria divertida, volviendo la mirada del conde al laberinto.

- Vaya... hermoso y letal, que maravillosa mezcla.- Mantenia la sonrisa debido a su propio comentario, ya que ella se consideraba asi misma con las mismas palabras que se habia referido al laberinto; Hermosa y letal.

Escucharia nuevamente las palabras del conde y volviendo el rostro a este, devolveria aquella mirada y la sonrisa casi del mismo modo, solo que con sierto toque felino, escurriendose suavemente por debajo de la mano del varon, dando la espalda al laberinto, colocando las manos tras su espalda y dando algunos pasos hacia atras para asi mirar mejor al Conde que tan galante se encontraba con su cabello suelto.

-Que esperamos aqui parados entonces?.- Seria la respuesta a las palabras del conde, demostrando que a pesar de las palabras dichas antes por este, no le temia al reto de adentrarse en aquel laberinto, es mas aun, le gustaba el desafio y la curiosidad por saber que habia al final de este aumentaba mas al pasar los minutos.

Tras las palabras del joven, procederia entonces a voltearse, aun con las manos en la espalda, y comenzaria a caminar en direccion a la entrada de aquel oscuro laberito, deteniendose unos cuantos segundos en el umbral para acariciar el boton de una rosa que dormida se encontraba con la yema de los dedos en apenas un suave roce, adentrandose ya al laberinto que apenas al entrar presentaba una pared de verdes arbustos y enredaderas al adentrarse a este, presentando un camino que permitia tomar camino hacia la derecha
o hacia la izquierda.

- Vaya vaya...¿ Que direccion tomar? .- Formularia mas como una pregunta al aire, inclinandose levemente girar la cabeza de dereche a izquierda, observando lso caminos que a simple vista eran identicos. Se erguiria nuevamente y dando la vuelta con la gracia de una bailarina, encogiendo los brazos a la altura de su pecho, extendiendo las manos una en direccion a la derecha y la otra al contrario sin llegar a extender las manos, señalando ambas direcciones. - ¿ Derecha o Izquierda?.- Preguntaria entonces al Conde, mirandole con una sonrisa divertida en el rostro.

Dejo que su mano fuera tomada con tranquilidad para dejarse guiar, aferrando su mano a la ajena a la ajena, sorprendiendose de forma leve por la gelides de esta al compararla con la propia. Pero ya sabia de sierta forma a que se debia ... en parte sabia que aquel hombre no era del todo humano.

Se mantenia lo mas cerca al cuerpo del conde, a pesar de que el camino era lo suficientemente ancho para ambos, algunas ramas de esa verde pared se salian de la perfeccion y amenazaban con enredarse en el cabello o incluso llegar a romper algunas de sus ropas. Tras escuchar la pregunta del joven, procederia entonces a mirar alrededor del laberinto en lo que poco a poco avanzaban, por el momento todo era lo mismo, paredes repletas de flora y caminos que parecian interminables.

- Pues... no lo se... por lo que me ah dicho uno podria esperar encontrarse con cualquier cosa, no? Un pozo tal vez.- Respondio entonces, dejandose llevar un poco por la imaginacion.

Inesperado fue lo que luego hiso el conde, posando su propia chaqueta sobre sus hombros que cubriria entonces sus brazos descubiertos, un galante acto de su parte, ya que de echo, el frio del ambiente estab comenzando a afectar su cuerpo.

-Muchas gracias, que amable de su parte.- Procederia entonces a abrazarse al brazo que correspondia a la mano que sostenia la propia, dejandose guiar por el conde por el frio y un tanto sombrio laberinto, curiosa por saber cuando llegarian al final o cuando comenzarian siquiera a acercarse a este.

Al escuchar el extraño comentario del conde, solo se dedico a mirarlo reir y asi tambien dejar escapar una leve risa de sus labios. ¿Quien sabia? En una de esas el conde tenia razon...

Cuando el conde se aparto de algunas ramas que sobresalian de la pared de arbustos, se aparto un poco para que no fueran a chocar. - ¿ Se ah hecho daño?, dejeme ver.- Dijo poniendose ahora frente a el en lo que sacaba un pañuelo de entre sus ropas, dispuesta a limpiar la herida que suponia se encontraba bajo la mano del joven.
Mas al quitar con cuidado la mano de este pudo darse que ninguna herida, ni el mas minimo corte se presentaba en la nivea piel del conde, solo unas cuantas gotas de sangre que habian logrado salir de la herida que se habia formado, la cual ya se habia curado por completo sin dejar marca al alguna.

Pudo sentir que el corazon le daba un vuelvo, no por miedo, si que por la emocion al comprobar que lo que pensaba era cierto. Aquel joven no era un humano, era un vampiro. ¿ Que otro ser amaria tanto la noche y se regenaria tan rapidamente de una herida que un vampiro?. - Asi que usted es...- Dijo en un tono de voz algo suave, en lo que tenia una de sus manos apollada sobre el hombro del brazo correspondiente que habia sido herido, mientras su mano aun sostenia el pañuelo cerca de donde debia encontrarse la inexistente herida. Aun no lograba salir de su leve impresion.

- Vaya...- Fue lo unico que salio de sus labios cuando todo fue finalmente confirmado por la palabra del conde, el joven vampiro. Guardo el pañuelo entre sus ropas, mas volvio a acercar la mano al brazo ajeno, abriendo con cuidado la pequeña habertura que habia quedado en la camisa del varon para asi exponer mas su nivea piel, la cual acaricia en apenas un suave roce con la yema de los dedos, sin saber exactamente si aqueñña accion la hacia para comprobar que no quedara cicatriz alguna de la herida sanada, o si tan solo se dejo llevar por el impulso de tocar la fria y suave piel del vampiro.

Sabia perfectamente que no le haria daño, si hubiera querido convertirla en su alimento, lo habria hecho apenas entraron en aquel misterioso lugar. Salio de su leve ensimismamiento y suspiro, sonriendo levemente, apartandose algunos pasos para extender nuevamente la mano hacia al joven. - Bueno... ¿ Seguimos entonces?.- Dijo con un tono normal, de no haberse esperado ya que el joven frente suyo no era humano, estaria mas shockeada, pero ya presentia que algo extraño habia en el joven, y mas que asustarle aquello, le emocionaba...

Se adelanto a la accion del conde y le cogio del brazo, contrario al que minutos antes habia estado herido, abrazando este en lo que le dedicaba una suave sonrisa al matusalen.

- Tantas sorpresas solo hacen que despierte mas mi curiosidad... mas si son tan interesantes como esta.- Dijo en un tono que le hiso escucharse un tanto divertida con la situacion en si.

Poco duro la caminata y el silencio que se habia apoderado de la situacion cuando tomo su brazo, ya que de un momento a otro, el joven vampiro se detuvo para mirarle y sonreir.
Sus palabras de un momento a otro le sorprendieron; Solia considerarse una humana ordinaria, pretendia serlo aunque ciertos aspectos en si no lo fueran, mas nunca se habia puesto a pensar detenidamente "Que era".

-Yo...?- Pregunto sobre algo que era obvio. Perfectamente podria haber alegado sobre lo que habia dicho el joven, de pretender que no tenia carisma, obviamente en un divertido comentario, pero le llamo la atenion aquello... ¿Como podia llamarsele a alguien como ella? Una mujer que si bien en su sangre no corria la de un vampiro, se suponia que siertos genes estubieran en su cuerpo. Una mujer que ah hecho pactos con brujas, con personas que estan mas cerca de el mismisimo Diablo, en persona. A una persona que mata por su propio beneficio y por placer; un ser un tanto egoista y vanidoso.

Pero tal vez, mas importante que todo eso; era alguien que obraba en el nombre de su madre, con el echo de beneficiarse a si misma manchando cada vez mas el nombre de aquella que ya se encontraba metros bajo tierra. Ella era...

Solto el brazo de su acompañante, con una sonrisa divertida con sierto toque coqueto, para comenzar a caminar de espaldas, mirandolo de frente, dirigiendose hacia una esquina, la cual daba origen a otro camino. Llegando a este, volteo, quedando de lado a vista del joven, de frente al camino, con la vista fija en el vampiro de larga cabellera y negras orbes. - Un fantasma.- Fue la respuesta a la pregunta formulada por el conde, la cual formulo con una amplia sonrisa, claramente divertida, y, dando unos pasos mas, se adentro en aquel camino, lo que hiso que desapareciera entre las verdes paredes, pero claramente, se mantendria esperando al conde unos pasos mas alla, ya que no pretendia perderse, queria llegar hasta el final de aquel laberinto y saber que es lo que este escondia.

En lo que avanzaba, alcanzo a oir las palabras del joven conde como un leve murmullo, y se detuvo algunos pasos ante de desaparecer en el camino para verle cabizbajo. Se quedo mirandole hasta que este volvio a levantar la vista, y su forzada sonrisa le indico que lo mejor era no hablar sobre el tema, y simplemente seguir con el juego.

Cuando su mano fue tomada y sus dedos fueron entralazados con los ajenos, un pequeño golpe azoto su pecho... Nisiquiera su ex-marido habia mostrado tan calido acto con ella, nunca habia hecho tan simple acto como el de tomarle la mano de ese modo y caminar, nunca. Pero no, aquel pequeño golpe, estaba segura de que era por el frio, no debia ser por otra cosa. Devolvio la sonrisa al joven vampiro y nuevamente se dejo ser guiada por el, correspondiendo sus miradas y sonrisas, mirando de vez en cuando el camino, en lo que con su mano libre mantenia la chaqueta lo mas ceñida al cuerpo posible, y tan grande seria el cuerpo ajeno el proporsion al propio, ya que aquella chaqueta asi alcanzaba a cubrir hasta la altura de sus rodillas, pero asi era mejor, ya que cubriria y protegeria su menudo cuerpo de la fria niebla que comenzaba a apoderarse del lugar.

Pero... en una de las miradas de reojo que lanzo al conde, hubiera jurado ver un destello carmesi en sus ojos, mas penso que esto se debia a algun tipo de reflejo de la luna o tal vez su simple imaginacion. Al sentir que el joven matusalen apretaba mas su mano en un fuerte agarro, solto un pequeño quejido en lo que acto reflejo uno de sus ojos se cerraba, volvio la mirada a este y pudo comprobar que aquello que segundos atras habria asegurado era producto de su imaginacion, era verdad. El extraño gesto que hacia el vampiro al lamer filosos colmillos y el profundo color carmesi de sus ojos le hicieron tragar un poco de saliva y estremecerse ante un escalofrio ante la escena, era de esperarse ya que nunca antes habia estado en compañia de un vampiro, mucho menos en uno en el estado en el que se encontraba su acompañante, mas no se separo, apesar del fuerte agarro y lastimaba un poco su infantil mano, se mantubo a su lado, mirandolo con un gesto entre preocupado e intigrado.

- Señor Le Bursier... se encuentra bien?.- Pronuncio en tono fuerte y claro para que pudiera escucharle, jalando levemente la camisa de este con la mano que no era sostenida.

No sabia que esperar de la reaccion del conde, cosa que hiso que un leve nudo se formara en su estomago. Una parte de su no podia el evitar pensar que en cualquier momento el joven se abalanzaria sobre su indefensa persona, directo a destrozar su cuello y beber de este, mas sabia que este, caballeroso e impotente como se mostraba, podria resistir a aquel deseo, o mas bien, eso era lo que queria pensar; mas sintio como aquel nudo en su estomago de desacia en una oleada de bienestar que le hiso soltar un leve suspiro al sentir que su mano ya no era apretada de forma brusca, si no gentil, y que ahora el joven volvia a su estado normal, dedicandole una sonrisa, la cual correspondio, aliviada.

El escuchar al joven decir que aquello que buscaban estaba cerca,, sonrio, y cerrado los ojos, suspiro en un leve intento de agudizar sus sentidos. En lo que la caminata, juraria haber podido oir el fluir del agua en algun lugar, tal vez bajo aquellos arbustos e inmensas parades corria escondido un pequeño arroyo o algo parecido.

Cuando el joven anuncio que ya estaba en el lugar, señalandolo, miro el lugar algo confundida y luego volvio la misma mirada al joven, que con su sonrisa le decia que algo mas habia en el lugar.

Solto con cuidado la mano ajena, acasionando un sutil roce entre sus dedos y los ajenos en lo que se separaba, para asi acercarse hasta esta pared repleta de rosas. Extendio la mano con la intencion de tocar una de aquellas hermosas flores, mas se detubo a milimetros de rozar una, cuando creyo escuchar el sonido del agua mas fuerte que momentos antes. Miro de reojo, un tanto insegura al conde, y volvio la mirada a la pared nuevamente, acercandose a esta, con la intension de pegar su cuerpo y asi apollar la oreja para escuchar lo que supuestamente podria encontrarse al otro lado.

Mas.. aquella pared que se hacia pasar por una solida pared que seria capaz de sostener perfectamente su peso, no mantubo la figura de la joven como esta esperada, si no que sin siquiera deteriorarse, dejo que su cuerpo siguiera de largo, haciendole soltar un pequeño gritillo, con la amenaza de hacerla tropezar. Y de echo, asi fue como debido a lo repentido del asunto termino de rodillas sobre el cesped del lugar, lo cual hiso que la caida no fuera tan "terrible" como lo esperaba la joven, amortiguando asi el golpe y no dejando mas que leves y superficiales rasmillones en sus rodillas y algunos en las palmas de las manos.

Sus quejidos fueron leves, pequeños y casi inaudibles, ademas de que duraron pocos segundos, ya que luego su vista y su atencion fueron llamadas por el ruido del agua, el cual ahora era lo suficientemente fuerte y claro; una fuerte en el centro del lugar dejaba circular el agua de una manera hermosa, un lugar donde la luz de la luna se reflejaba y le daba sierto aspecto brillante, y un lugar donde las luciernagas, atraidas por la luz que reflejaba el agua, bailaban lentamente alrededor de esta, haciendo mas hermosa la imagen.

- Hermoso...- Fue la palabra que un leve murmullo escapo de los labios de la condesa, quien aun de rodillas en el piso, miraba hipnotizada la hermosa imagen de la fuente.

Tanto le habia cautivado la escena de la la fuente, que tardo algunos momentos en fijarse en la hermosa construccion que detras de esta se encontraba, iluminada por un candelabro que sierto aire de calides daba al lugar. Las rosas de inimaginables colores que se encontraban en el lugar hacia todo muchisimo mas maravilloso y hermoso al punto de creerse en un lugar de ensueño.

Ignorando por su ensimismamiento la pregunta del conde sobre su estado, volteo la mirada a este, con una suave sonrisa en los labios y las profundas orbes azules, con sierto brillo que era proporcionado por la luz de la luna, tanto como por lo hermoso del ligar, que llenaba sus ojos de un infantil brillo, como una niña que acabab de encontrar un tesoro.

- Tiene un hermoso paraiso terrenal aqui... Monsieur, me ah dejado sin palabras...- Menciono para luego volver la mirada por leves segundos al lugar. Este iiradiava una extraña sensacion de paz que le obligo a llenar sus pulmones del fresco y limpio aire que ahi se encontraba, provocando que su pecho se elevara levemente, el cual descencio de forma lenta cuando el aire fue exhalado de su interior.

Al escuchar nuevamente la voz del conde, recordo que aun se encontraba se rodillas en el suelo, y el, cortesmente, extendia su mano ofreciendole ayuda. Poso su diestra sobre la ajena en busca de apollo.

- Muchas gracias.- Agradecio aun sonriente, procediendo a cargarse levemente en el apollo que el conde le ofrecia, mas al intentar levantarse, uno de sus tobillos cedio ante el peso de su cuerpo, haciendola caer nuevamente soltando un leve quejido.

- Me temo que no..- Seria entonces la respuesta a la pregunta del joven, al comprobar que sus fragiles tobillos, a pesar de lo pequeño de su cuerpo, en un paso en falso, seguramente el que le hiso caer, se torsio dejandola incapaz de levantarse por el momento. Claramente apenada de su torpeza, precedio a morderse levemente el labio inferior, incapaz de pedir ayuda a quien tan caballerosamente se encontraba a su lado.

Estaba tan apenada, concentrada nada mas en la verguenza que sentia que solto un leve quejido devido a la sorpresa de un momento a otro encontrarse en los brazos del vampiro, sintiendo el rostro arder unos momentos debido al leve sonrojo que invadia sus palidas mejillas, intentando disimular esto bajando levemente la cabeza para que asi mechones de su cabello cubrieran su rostro, tal posicion daba una impresion de que se estubiera acurrucando en el pecho de quien con tanta facilidad la tenia entre brazos, como si ella pesara lo mismo que una suave pluma.

Levanto el rostro solo al sentir cambiar el ruido que hacian los zapatos del joven vampiro al cambiar del cespes al piso de la construccion que en lugar se encontraba, y que tan bellamente decoraba estaba. No pudo evitar sonreir al ver una botella de vino al pasar sobre una pequeña mesa, era como si todo aquello hubiera estado planeado por el joven conde.

La chimenea daba sierto aire acogedor al lugar, y al ser depositada sobre el divan solto un leve suspiro, la calides del lugar era perfecta. Cuando la pierna correspondiente al tobillo lastimamento, exactamente la derecha, fue tomada con cuidado por el vampiro, junto las rodillas para que, debido a la falda de su vestido, no se viera expuesta su ropa intima, aun con un leve y tal vez un tanto infantil sonrojo en los pomulos.

Un leve y casi inaudible gemido escapo de sus labios al sentir los frios dedos del joven rozar a su lastimado tomido, en donde, a pesar de que sus piernas estubieran cubiertas por pantys, se podia sentir perfecamente el frio de la piel ajena atrevasando la felicada y fina tela que cubria su piel.

- Si, muchisimo mejor, porfavor perdone las molestias que le ah causado mi torpeza.- Se disculpo con una grata sonrisa en los labios, procediendo a mirar el lugar con un poco mas de detenimiendo, todo lo que le permitia su posicion sobre el sofa, volviendo la mirada al joven vampiro aun con una sonrisa en los labios. - Es acogedor lugar.-

Una leve risilla escapo de sus labio ante el comentario del joven; tan galante como siempre, manteniendo siempre la vista tanto en sus ojos como en su cuerpo asi como el tambien lo hacia.

Cuando el joven se levanto, aprovecho a acomodarse bien sobre el divan, intento no mover mucho la pierna que correspondia al tobillo dañado, el cual dolia bastante si no se tenia cuidado con los movimiento. Procedio a quitarse los zapatos de tacon, desabrochandolo y dejandolo caer con cuidado al suelo, asegurandose de que no quedaran en el camino. Asi entonces, subio la otra pierna al sillon, escogiendola cosa de que pudiera abrazarla levemente contra su pecho, sin inportarse que ante esto sus muslos se vieran descubiertos, ya que aun asi no se alcanzaba ver su ropa interior ni parte del porta ligas, ademas la hubicacion de su pie cubria perfectamente cualquier punto de vista que estubiera bajo de su falda.

Se quedo contemplando el fuego unos minutos, mantenia sus manos unidas, cruzadas y entrelazadas a la altura de su pie en lo que apollaba la barbilla sobre su rodilla, dejando que el fuego se reflejara en sus ojos unos momentos para luego levantar la vista, apollandose contra el respaldo del sofa, mirando curiosa la cupula de cristal hasta que sintio nuevamente la presencia del joven vampiro a su lado, volviendo la cabeza a su posicion original, mirandole para sonreirle nuevamente.

- Una copa de su delicioso vino es una de las cosas a la cual no puedo negarme, Monsieur.- Dijo en suave y femenino tono, sonriendo en lo que apollaba parte de la mejilla sobre su rodilla sin quitar la vista de la del matusalen.

- Hermosa es tambien su compañia, monsieur.- Reponderia entonces a las palabras del joven, consierta sonrisa coqueta marcada en los labios en el momento que tomo la copa con ambas manos. Cuando la copa ya estaba segura en sus manos, aprecio tambien la luna que poco a poco comenzaba a acomodarse, en breves momentos estaria perfectamente posada sobre la copula de cristal y de seguro, haria ver todo en el lugar muchisimo mas hermoso.

Suspiro y aprecio el fuego, el silencio, el lugar, el momento, todo era absolutamente hermoso, definitivamente era un lugar en el que uno querria pasar la mayor parte del dia o de la noche, solitario o acompañado, pero no con cualquier compañia, con una simple persona de agrado, la estancia seria perfecta.

Solto una leve risilla devido a sus pensamientos, y detuvo el ademan se acercar la copa a sus labios, extendiendo con su diestra la copa hacia la del joven vampiro.

- Un brindis por una bella velada monsieur?.-