¿Deberias probar..? -libre-

Había salido a pasear, siempre con ese aura misteriosa y de abandono, como si la realidad y él no fueran de la mano, como si en cualquier momento pudiera desaparecer y nadie darse cuenta de ello. Había decidido sentarse cerca del lago, medio recostado en el pasto, con la camisa abierta, dejando su torso blanco bañado por la luna, brillando pálido, y una mano sosteniendo un cigarrillo, uno de sus mayores placeres.

Había notado al otro hombre enseguida. Por supuesto no era humano, como tampoco lo era él. Y qué más daba? En los últimos años esa diferencia se había acortado hasta ser ínfima, sólo molestando a los más cerrados de mente.

Se quedó observando al vampiro, disfrutando de su media desnudez, de sus movimientos gráciles, su entrada al agua... Sonrió pícaro, divirtiéndose por primera vez en muchos días. La vida volvía a ponerse interesante para un demonio tan viejo como él.

Al contrario que el vampiro, su rostro sí daba muestras de emoción, aunque todas ellas no fueran más que esa máscara que había aprendido a llevar para ocultar su ego más oscuro, demoníaco y perverso.

Le miró con su sonrisa sigerente, disfrutando de la cercanía del hombre desde la posición más elevada. Podía verle completamente desde el suelo, deteniéndose en cada resquicio de piel. Soltó el humo que había estado conteniendo, lentamente, dibujando una sonrisa más ancha.

-Soy Fantasma. - Contestó. - Para servirle...

Por supuesto, no estaba en su manera de ser servir a las personas, era solo un entretenimiento: ver qué caprichosos podían llegar a ser sus amos. Pero para él, la vida era todo un juego.

Como todo demonio, disfrutaba del juego. Y cuánto más perverso fuera, más interesado en jugar se sentía. Su vida de demonio resultaba a veces larga y aburrida, eran ese tipo de placeres los que habían hecho que no se immolara para dejar de existir.

Con los ojos, resiguió desde la cintura del hombre, subiendo poco a poco por su torso hasta llegar a los ojos, siempre sin borrar esa sonrisa malvada y pícara, como un lobo enfrente de su mejor banquete.

-La disposición es para aquél que la merece con todo su respeto, mas no soy tan merecedor de ella. Tal vez sería más apropiado decir... que ambos podemos disponer uno del otro...

Susurró esas palabras, mezcladas con varios tipos de dialectos que con el paso de los siglos se le habían mezclado, haciendo la ilusión de algo ininteligible.

Se llevó el cigarrillo a los labios, tomando el humo con lentitud y dejándolo correr entre sus labios mientras con los ojos seguía devorando a aquél hombre.

Dejó que robara su cigarrillo, que inhalara el humo que segundos antes estuvo retenido en sus pulmones, y le hubiera dado cualquier otro placer que le hubiera pedido. Era su juego. Sus ojos seguían resiguiendo su cuerpo, mientras, tumbado en el pasto sin haberse movido aún, se pasó la mano libre de cigarrillo por el vientre, alzando un poco la camisa.

-Disfruto con lo que veo... - susurró en respuesta a su pregunta.

Capturó con dos dedos la cintura del pantalón del vampiro, impidiendo que volviera a alejarse poniéndose recto de pie. Dejó los dedos ahí, sin poner fuerza para acercarle.

-Por supuesto que no... - Susurró ante su último comentario, sonriendo de lado.

La mano que sostenía el pantalón del otro hombre se movió, acariciando con un dedo la piel que se mostraba por encima. Se mordió el labio con diversión, haciendo presión en la tela para hacer que el cuerpo del hombre se balanceara, moviéndose un poco hacia adelante.

-estaba preguntándome... cuán agradable sería esta noche...

Susurró mirándole desde el suelo.

Alzó una ceja, era agradable ver cómo le seguían el juego, como podía encontrar fácilmente por la noche compañeros de juego tan buenos como él. Disfrutaba de los movimientos del otro, de cada visión sugerente que dejaba sutilmente a sus ojos.

Se abrió un poco de piernas para que el otro hombre cupiera entre ellas, quedando más cercanos, casi a un roce.

-Las cosas siempre pueden volverse más interesantes...

Dijo recostándose un poco, quedando apoyado en una mano, con el rostro más cerca del otro hombre, la camisa ligeramente abierta, mostrando parte de su torso y el inicio de bello bajo el ombligo.

-supuso que algo iba "interesante" o mejor dicho como el otro creia que..todo su juego iba bien, en otros momentos simplemente le habria dicho "aparta" y hubiera evitado cualquier caricia pero esa noche llamaba a la lascivia y la lujuria, un juego de dos, si se le permitia pensar en eso..bueno el aroma que desprendia, ese amargor calido era lo que bastaba-

supongo que le dare la razon

-no sabia como volverian las cosas, si a su favor o a su contra, acaricia pues la mejilla del susodicho pero solo unos instantes antes de acomodarse sobre el con cuidado..claro debia emplearlo si los roces querian tener su satisfaccion justa..la lentitud y la lujuria iban de la mano..ya que la rapidez, quitaba el aroma de la intensidad..-

mj..

-una palabra sin respuesta, cuando ambos alientos parecian alcanzarse entre respiraciones-

El cuerpo sobre él era excitante. El peso de otra persona, el calor de esa otra persona... era poderoso, casi placentero sólo ese hecho. Sonrió más perverso, llevando una mano a la mejilla de él, acercando sus rostros.

Se mantuvo unos segundos alejándose y acercándose a sus labios, mirándole a los ojos, jugando con él, respirando cerca. Hasta que finalmente unió sus labios con los de él, sin dejar de mirarle, lamiendo sus labios.

-una electrizante corriente parecia querer hacer participe del cuerpo, sus ojos continuaban observando los contrarios como si quisieran captar algun sentimiento más...pero para que mentir el hecho de que estuviera bajo el un hombre de tales dotes, le obligaba a encarnar una ceja y preguntar si el juego comenzaba o habria acabado

cuando ambos labios al parecer querian unirse..al principio la duda continuaba por lo que bañaba su aliento más adelante sin embargo la lengua protagonizó la batalla de la humedad al adentrarse en la cavidad ajena comenzando el beso..y quien sabe que más..-

En cuanto notó que seguía el beso, que no se apartaba ni le rechazaba, fue a más, siguió con el juego, ahora mezclado con el deseo de no parar.

Llevó la mano que no se aguantaba en el suelo hacia el cuello del hombre, acariciándole, bajando poco a poco para ir desabrochándole la camisa. Entrecerró los ojos, apenas viendo un poco de luz de luna por detrás del hombre.

-le miro y luego cerro los ojos a como el beso continuaba, era extraño ya que ese contacto con el casi nunca se daba..es mas odiaba el hecho de que la gente le tocara, a menudo sin su permiso..pero ahora parecia estar abierto a las caricias que estaba ronroneando por su cuerpo, sujeto la muñeca de fantasma o al manos las dos..para sujetarlas con la mano izquierda rozando los labios del contrario de nuevo pero mordiendo en una dentellada y continuando con el recorrido-

Era un demonio, y como tal, disfrutaba del juego con otros seres. Pero había algo que tenía claro, y es que él era quien controlaba, quien seducía, quien engañaba a la víctima... pero dejó que fuera el vampiro quien guiara por ahora el juego, dejándose sujetar aún con esa sonrisa mientras le besaba, recostándose en el suelo con el cuerpo del otro encima suyo.

Cerró los ojos ante las palabras, controlando las ganas de levantarse y tomarle ahí mismo. Dejar un demonio a medias era... peligroso. Se quedó unos segundos dejando que la lluvia le mojara completamente.

Finalmente se levantó, colocándose bien la ropa medio puesta, y se sacó las gafas, guardándolas en el bolsillo del abrigo.

-Acepto. - Contestó sonriendo.

Sus ojos se quedaron fijos en cada movimiento, disfrutando de "las vistas". Se pasó la lengua por los labios sin que el vampiro mirara. Cuando el otro empezó a caminar, dio algunos pasos hasta quedar a su lado, pasándose sensualmente una mano por el cabello, dejándolo todo hacia atrás, mojado, algunos mechones pegados a la piel.

-Un hostal... me parece perfecto. - Susurró lascivo, notando el agua resbalar por su cuerpo.

Las gotas que se colaban por su camisa hacían un sendero de hormigueo en su espalda.

Siguió al vampiro sin decir nada, con la vista perdida aún en su cuerpo. Entró al bar, dejando que el flequillo ocultara parte de sus ojos. En sitios tan "mugre" como ese solía haber algunso "conocidos" a los que no tenía ningún placer en volver a ver.

Se sentó al lado de Christof, sacando también un cigarrillo y encendiéndolo junto al de é, los rostros cerca. Miró al tipo de la barra.

-Para mí whisky solo, sin hielo.