De caza [libre]

Maldecia para si mismo el primer dia que varo perdido en el bosque de eterna envergadura, era raro, alguien como el que no sepa donde la salida estaba, era demasiado raro su mente a cada momento musitaba como alardeando de una falla suya...algo que le haya salido mal, un caminar, un paso fallido.
El primer dia la habia pasado mal, al menos eso el que miraba de lejos denotaba, se habia topado con un ser vampirico casi demonico y varios espectros en su primer encuentro, por mas que saltara de copa en copa y a lo lejos una rivera viera, era siempre en bano, el instinto de caminar en circulos le estaba ya sacando de quicio y blasfemaba para si mismo el perdido paso que a cada momento daba. Ni siquiera el ser demonio le ayudaba, tal ves...tal ves las palabras de aquel que encontro en un inicio le eran veracias. El que ese lugar estaba habitado por fuerzas sobrenaturales, y que por mas que quiciera salirse, estas tratarian de mantenerle prisionero entre la arbolada maldita.

Ya empezaba a caer una nueva noche, otro dia mas de perdida, y aun sin un rumbo adecuado...se preguntaba si algun dia saldria, o simplemente vagaria por la eternidad como un alma en pena. Para ese momento el paraba sobre la frigida copa de un frezno, como esos dos dias, mirando una rivera que empezaba a catalogar de ilucion, algo inexistente y de seguro creado por algun demonio por la simple diversion de molestar a los que se adentraban a la foresta hectarea de arboles y maleza. Dio un golpe seco con su mano vendada sobre aquella madera retumbando un hueco sonido por entre los demas arboles, un acto un poco desubicado, pues si algo estaba a la redonda, seguramente le ubicaria facil, pero ya para ese momento no tenia mas nada que perder, solo se paraba ahi bajo noche adentrada, dejando que una brisa fria meciera su cabellera negra de un lado a otro, revolviendola, haciendo un mayor nido al nido lacio que tenia formado por no contar con un peine, solo sus manos para acomodarse la cabellera.

Aun bajo la noche de lujubres astros dejaba el cuerpo el pelinegro portar su incertidumbre de que hacer, el latente sentimiento de haber rondado sin mayor logros en un laberinto de ramas y frondosa vegetacion que por mas que pasara de copa en copa la ilucion de una rivera a la cercania le hacia masticar molestia en ciertos momentos...sin lugar a dudas era una perdida de tiempo para este, en verdad se quedaria estancado en un bosque encantado como un simple espectro de los tantos que por situacion le tocaba vivir parecia que rondaban por ahi.

Llevo una mano a su hombro cual molestia simulara, el hombro opuesto, al que molestamente masajeo tratando de disipar la incertidumbre que le embriagaba del que hacer o donde mover. Sabia perfectamente que en ese lugar era una presa facil, pero al mismo tiempo le serviria para dislumbrar alguna que otra ruta de salida, pues seguramente los que ahi habitaban sabian de algun modo como escapar de aquel laberinto de verde vida. Miro a un lado alzando su rostro limpido hacia el cielo, capaz que el reflejo de una luna tapada por crecimiento le serviria de algo, el leer los astros y sus posiciones, o al menos sentir esa dulce brisa fria recorrer sus hebras resbaladizas que obstruian de momentos el critalino mirar de unos ojos tan azules como profundos que intentaban a toda costa decidir el que hacer y donde parar.

No habia percatado a nadie hasta el momento, al menos eso queria dar a entender parado tan tranquilo como sonso sobre aquella rama consistente del arbol que le tenia cerca de la copa. Su pesada carga metalica no le era obstaculo, pues escondida en su espalda no le molestaba en moverse ni tampoco escatimaba en que aquella rama rompiese, asi que solamente se dedicaba a persignarse un momento sobre donde estaba, al menos consolandose con esa noche que picara le invito a entonar sus acordes de violonchelo cual loco fura ya que el lugar no ameritaba el posarse a cantar tonos tristes ni melancolicos.

No esperaba que su estar simulara tanta facilidad para encontrarle a esas alturas de la noche, ya comenzaba a pensar sobre la veracidad de lo que le habian platicado con anterioridad de un lugar encantado, un bosque de fantasmas donde facilmente una persona se podria perder, aunque no pensaba que el tambien le pasara lo mismo.

La noche adentrada de luna entre juegos de sombras apenas filtraba sus rayos caer sobre el cuerpo suyo que espectante de algo paraba sobre una rama de un alto arbol de grueso calibre. Su mirada perdia entre los astros recordando a mansalva como se habia metido dentro, algun indicio de salida y aun el latente paladar de una rivera que se postraba ante el y simplemente pensaba que era una ilucion mas de ese bosque de enmarañada arbolada.

De pronto sus oidos vivaces percataron el mover de ramas y hojas, el chasqueo de estar al romperse y la sacudida de los arbustos por como si alguien meciera en ellos, asi como el ha hecho con previa anticipacion para subir a la copa. Un aroma acompaño ese sentimiento sonoro, el reseco paladar de una criatura de poca respiracion y holor amenazador, como si estubiera sedienta de hambre todo eso terminaba de coronar sus pensamientos sobre un personaje que de seguro estaba a la espera de algun movimiento del sujeto en cuestion. - Buenas noches caballero, ¿qué hace en un lugar como este a estas horas de la noche? - Escucho por debajo suyo, la voz de un chico aparentaba por el timbre de voz. Rapidamente ladeo su cuerpo y enfilo carga para dejarse caer entre rama y rama hasta tocar el piso a unos cuerpos del individuo.

Era un muchacho peliplata por el reflejo de la noche, de orbes sangre entonadas de la misma manera que sus hebras, al parecer, estaba ahi por algo; le miro de arriba a abajo sin mayor dilema de sus ojos azules. Su mano aferro a la carga y por si fuera algun individuo no deseado su mano vendada estubo atenta a cualquien cosa que pudiera suceder. Le parecia algo raro el que un joven le preguntara el porque estaba ahi a esa hora, siendo el un simple adolecente, asi que la pregunta seria para el de porque se encontraba.

- ...y tu joven? -

Irrumpio la anterior pregunta reformulandosela para el menor que tenia en frente, suponia que le responderia al verse en la necesidad de dar respuesta por su edad y estar en ese lugar de laberintos.

Entonces era alguien que conocia el bosque; para ser menor tenia coraje de adentrarse en altas horas de la noche sin temor a que le pasara nada o que le ocurriera algo. Se mostraba un tanto fanfarron a la respuesta del pelinegro y la pregunta, como que se habia tomado un poco a seria causa el insistir con el ser joven, aunque si era bastante serio en sus palabras, estaba muy seguro de donde estaba.

- Estoy buscando la salida de este laberinto...-

Musito el pelinegro ojiazul mirandole centradamente al ojirojo que se le postraba delante con un quede de espera a su respuesta en el principio. En verdad no tenia porque ocultar el estar perdido, en verdad lo estaba, y lo que mas deseaba apesar de su honor era salir de aquel lugar que le traia a males, y si ese joven le ayudaba pues no estaria mal del todo, aunque fuera un enemigo o alguien que le atacara a posterior palabras el se sabia defender y en muy buena forma, lo que le dejo libertad de accion y aun asi comentarle sobre su situacion.

Aquella brisa hizo aparicion revolviendo sus mechones negros tan lacios como desprolijos, de un lado a otro obstruyendo su mirada que rapidamente con una de sus manos destapo, para asi seguirle mirando parado a un lado bajo la adentrada noche que se perdia entre los arboles que le rodeaban.

Al parecer alguien estaba dispuesto a guiarle fuera de ese escondrijo de ratas y fantasmas, ese laberinto que tan asqueado le tenia y que en cada momento que pasaba le estaba terminando de carcomer el rondar en un solo sentido 'el caminar en circulos', porque apesar de posarse en las copas de arboles y mirar la rivera aun seguia navegando a pie perdido, los mismos arboles, la misma maleza, el mismo holor suyo que recorria por doquier...sin duda era obra de la mala esencia que ese lugar desprendia.

- ...guiame -

Actuo despreocupado a lo que podria ocurrirle, como de costumbre sobrio al habla mostrando sus orbes y rostro un sentimiento inocuo, un sentimiento arraigado en la nada y tan vacio como las miradas perdidas que apostaba sobre el susodicho peliblanco de corta edad y ojos rubies que tanto como el le platicaba sin mayor ademan. Tomo con fuerza el lazo de su caja metalica, a la espera de las direcciones que el joven esperaba darle, aun siempre, estando espectante por algo malo que ocurriese.

Aquel muchacho de balncas hebras al parecer le habia accedido al pedido de salida de aquel lugar escabroso a mitad de la adentrada noche de luna amenazante. No parecia del todo contento con la simple palabra que de los labios del pelinegro mostraba hacia el puesto que con la misma fria templeza que el, ahora el peliplata le refutaba con las suyas dandose vuelta para emprender una arraigado en maleza caminar con un supuesto final a larga distancia. - Sera verdad...? - Acoto la mente del pelinegro ojiazul a medida que abriendose camino entre arbolada maleza le miraba al muchacho que estaba seguro de sus pasos por tal lugar, o al menos en ese momento el aroma un tanto distinto le disipaba un poco la eterna duda, ya que un embalsamado frios humedo de una laguna le trepaba por los poros y se filtraba dentro haciendo mixtura con la maleza que pisaba y el aroma a hoja caucacica que aun estaba en sus pulmones reacios.

Miro para delante, sus orbes azules se quedaron en la nuca del menor que empezaba a enlencer el paso a cada momento, parecia cabilar su andar, se mecia de un lado a otro un tanto enarvado. Algo le molestaba parecia, pues estaba un tanto reacio a seguir una caminata como la que llevaba, aun asi el esbelto de cabellos negros no afirmo nada, ni siquiera modifico su mirada, simplemente se compuso a seguirle pisada haber si podia darse maña de salir del laberinto.