Paseando por el lugar [Libre]

Las sombras siempre presentes en los bosques oscuros de Inglaterra llevaban consigo al espíritu errante de una mujer que nunca debió ser lo que ahora era.

- ¿Y por qué descansar en una tarde tan hermosa? - Salió de detrás del árbol donde Uchiha se había apoyado, siempre cuidándose de no exponerse a la luz de sol aún agonizante. Sus fébriles manos de níveo color se posaban levemente sobre la madera del grueso tronco y asomaba su rostro de misma palidez por la derecha de éste. Una pícara sonrisa se esbozó en su afinado rostro.

Porque así lo desea mi cuerpo, algún problema Mi Lady~? -Musita el Uchiha al mantener sus ojos cerrados, percatandose enseguida de la presencia de la femina oculta entre las sombras del lugar, para así después abrir sus ojos de un color carmesí, alzando el rostro para alcanzar solamente a observar su silueta.-

Es que acaso hay algo más interesante que hacer?.. -El chico se mantendría aún en aquella posición tan despreocupada y un tanto altanera, su cuerpo yacia sin movimiento alguno en plena paz y tranquilidad sobre aquel verde pasto.-

- Pero qué bellos ojos los suyos... - elogió sacando a relucir la mitad de su cuerpo: las sombras iban creciendo y aumentando... El sol era devorado por las tinieblas - Tenga cuidado, que en los bosques existen cuervos... Y ellos adoran los rubíes.

Su corto cabello se meció al soplar el viento, con dulzura y gracia, al igual que su corto vestido negro; sus afinados ocelos de pupilas doradas destellaron por los escasos rayos del astro agonizante; y sus rosados labios dibujaron una sonrisa que más que coqueta, se mostraba deseosa... Quizás de su sangre.

A pesar de todo ello, la hipócrita mujer se mostraba inocente, sin mostrar otra cosa que amabilidad.

- ¿De dónde es? - prosiguió la conversación, ignorando los cuestionamientos que había planteado Sasuke anteriormente, debido a que lo había tomado como las clásicas "preguntas-respuesta".

Esa es información que no tiene importancia aquí.. -Así el chico con la mera fuerza en su espalda se queda senatdo en el pasto de aquel lugar, dejando su rostro mirando el mismo pasto verde que iba oscureciendo conforme iba el tiempo pasando, observando aquella figura adornada de negro.-

Y por mi.. los cuervos pueden venir, no me interesa.. Son simples animales. -El chico flexiona sus piernas, así en un solo segundo se pone de pie, observando aquellos ojos color ambar, ignorando el hecho de la naturaleza de la chica, el joven toma de nueva cuenta aquella bufanda roja, poniendola atravez de su cuello.-

Identificóla conducta del muchacho... cosa que le atrajo más. Era un reto, por supuesto.

- ¿Das por entendido que ser humano es ser superior a ser animal...? - el crepúsculo iniciaba su penumbroso reinado enlos cielos y la dama conservaba su posición al verle levantarse. ¿Se iría? ¿Ella le aburría? Bueno, lo último a la vampireza poco le interesaba.

El viento sopló y la bufanda roja se meció ligeramente en dirección a la bella mujer.

La verdad, no importa que tipo de ser sea.. siempre habra alguien más superior que nosotros, no importa que. -La bufanda del chico le indicaba el camino que debería seguir, más no le daría importancia, dando media vuelta, teniendo la pequeña intención de irse, más no lo haría.-

Más sin embargo.. tambien hay seres que no son nada en nuestra comparación... -En ese momento el joven ladea su rostro, aquellos carmesí en su rostro brillaban con deseo, mientras que por su garganta comenzaban a salir flamas negras impregnadas por su piel.-

Sombreó la mirada al bajar la cabeza un poco y aquella sonrisa pícara que poseía en rostro de níveo color se amplió. Las sombras de la noche cubrieron el cielo en su totalidad.

- La verdad es que soy atea... - confesó - ... No creo en nada superior a mí... Ni mis iguales, ni los humanos lo serían... - terminó sin más, dejándose ver al alejarse de ese árbol tan sólo un par de pasos hacia la derecha, con los brazos caídos a los costados.