Llegando al lugar...

Tema: Llegando al lugar... Jue Abr 23, 2009 10:00 pm

-La chica de rojizos cabellos estaría llegando a la puerta de aquella gran Mansión, con solamente un bolso detrás de su espalda, varios cambios de ropa y sus armas es lo que estaría dentro de la misma; con aquellos ojos aqua brillando por la luz del día, observaría el lugar, pintoresco y a su parecer único, más a ella siempre se le había hecho demasiado inutil tanto arreglo.- Para mí no es más que una casa.. -Musita la chica en voz baja, así alza la mano izquierda, la única libre, tocando la puerta de lo que se supone sería el recibidor, o salón principal, cierra su mano en un puño para que así el sonido fuera mucho más estruendoso y audible para cualquiera dentro de la mansión.-

Ojalá que por fin los encuentre a los malditos.. -Rechina sus dientes, recordando aquello por lo que vino a esta ciudad en especifico, ladea el rostro a un costado de su cuerpo, dejando escapar de sus labios una expresión un poco masculina para que una chica como ella la usará.- Tsk..! -Viendo al rededor los jardines y lugares que estaban adornados con mucha dedicación, le iba a ser difícil acostumbrarse a tanta belleza.-

Invitado

Del otro lado de la puerta se podian escuchar pasos débiles, pero que firmemente tomaban fuerza conforme se acercaban al gran portón de madera que separaba el jardín principal de aquel lugar de residencia. Por entre los cristales esmerilados de blanco podria notarse la figura de un ser, seguido de los ruidos producidos por las cerradiras que al abrirse rechinaban. Al final aparecería la figura de un ser de una edad avanzada, cuyos cabellos blancos brillarían ante los rayos del sol, que inclementes se asomaban por entre el portón. Con una leve sonrisa llena de enrte ternura y cordialidad se acomodaria frente a aquel portón como quien decidiese a cuidarla con recelo.

-Buenos dias, señorita, podria yo servirle en algo?-

Diría con voz suave mientras le miraba con sus ojos verde aceituna a los azulejos ajenos.

Tema: Re: Llegando al lugar... Vie Abr 24, 2009 12:24 am

-Con la mano desocupada saca del bolsillo de su traje escolar un papel, poniendolo fretne al hombre que había aparecido, musitando después de dejar el papel ahi escasos segundos, lo baja un poco musitando con su voz tranquila, manteniendo sus luceros celestes cerrados.- Se que busca gente.. más sin embargo vengo a ofercerle mis servicios como guardia personal.. o como le llaman "guardaespaldas"

-La chica así ladea un poco su rostro para abrir aquellas orbes ante aquel hombre, mirando directamente a sus esmeraldas, algo confundida por la apariencia, pensando que este era no más que un simple mayordomo.- Podría entonces llevarme con el.. Conde de esta mansión? -Musita ingenua, sin cambiar aquella expresión sería y sin preocupaciones de su rostro.-

Invitado

Sonriente asiente aquel hombre de avanzada edad. Con un tono suave de voz le diría a la recien llegada:

-Sigame por favor, el Conde estará con usted en unos minutos-

Con paso lento caminaría unos cuantos metros hacia una puerta de madera, la cual sin mucho esfuerzo abrió de par en par dando vista a la pequeña sala que sería el punto de encuentro entre el conde y su nueva empleada.

La pequeña sala estaba dotada de muebles hechos en madera, con sus cojines forrados en tela ocre. Unas mesas pequeñas adornaban al lado y lado de una chimenea labrada en marmol blanco simulando una casa griega, en cuyo centro se alzaba un cuadro pintado por un artista desconocido para los habitantes de aquella ciudad. Varios candelabros yacian en las mesas restantes, las cuales sumaban 3.

Una lámpara de plata con bordes dorados colgaba arriba de la sala que se asentaba encima de un tapete rojo de arabescos negros y amarillos.

Una ventana daba vista al jardín lateral derecho de aquella mansión. Mientras la fuente botaba agua y algunas aves paseaban cerca de ésta. Mas al fondo de aquella vista se encontraban varios arboles que mecian sus ramas al compas del viento.

El hombre indicó a la joven que siguiera dentro del recinto y que con toda confianza podia sentarse en la silla de su agrado. Con suavidad se le acercaria a la dama y le preguntaría:

-Desea algun aperitivo mientras espera la llegada del Conde?. No creo que tarde, el Conde se encuentra en la bodega de vinos, se percatará de su presencia lo antes posible-

El hombre se quedaría al lado de la joven esperando alguna órden por parte de ésta

Tema: Re: Llegando al lugar... Dom Abr 26, 2009 12:36 am

-La chica ladea su mirada un poco, haciendo girar sus ojos, dejando salir un suspiro algo pesado.-

De acuerdo... -respondiendo así a la orden de segiurlo, cruzandose de brazos al mismo tiempo.-

-La chica observaba aquel lugar, en su interior se creaba un miedo sobre la vida que ella llevaría en ese tipo de lugar, vaya que intentaría no acostumbrarse a eso, demasiados lujos, observaba con detalle cada objeto del lugar, intetaba memorizar todo y mas que nada recordar que no debería ni tocarlo y mucho menos romperlo, seguro esas cosas valian una fortuna, fortuna que ella no tenía.-

No gracias.. estoy bien así.. -Se sienta en el primer asiento que ve, dejando su bolso a un lado, miraba aquel lugar con un poco de recelo, era mucho para ella sin duda, así reacciona al ver aquel jardín, sin duda era muy pintoresco y bello, pero definitivamente no era su estilo.-

Se dara cuenta de mi presencia.. ¿Qué cosa es su Conde? -Preguntaba algo confundida, un humano normal no se da cuenta de las presencias humanas a menos que estuciera detrás de si.-

Invitado

Aquel hombre evocó una leve sonrisa ante la pregunta de la jóven, con voz suave mucitó:

-Ya le conocerá, con solo mirarle se dará cuenta de que cosa es-

Reiria levemente ante su respuesta y alejandose de la jóven procederia a reverenciarle y por consiguiente a terminar su labor alli comenzada con otra serie de palabras:

-El Conde no tardará, ahora si me disculpa pasaré a realizar mis labores pendientes-

Sin decir mas caminaria a paso lento por aquella sala y abriendo la puerta saldria del lugar volviendo a cerrar aquellas pesadas puertas.

Tema: Re: Llegando al lugar... Lun Abr 27, 2009 9:11 pm

De veras que no me da buena espina este lugar.. pero en las altas familias es donde podre encontrarlos.. -Musitaba la chica en voz baja, el hecho de que su proximo "jefe" no fuera humano, la ponía de nervios, pero ciertamente eso le daba mayor espacio para conseguir más información.-

-Sentada en aquel lugar, aún con su uniforme tipo escolar, cruza una pierna encima de la otra, posando una mano en su rostro y la otra encima de su pierna, el codo de la mano que sostenia su cabeza se apoya en uno de los brazos del asiento, mirando el lugar.-

Solo espero no tarde...

Invitado

Pasados unos cuantos minutos de espera para la recién llegada, las puertas se abrieron, dejando ver asi la identidad física del Conde para quien trabajaría. Un hombre alto, de cabellos negros, lacios y largos que caian hasta su cintura, rasgos finos y casi perfectos, de nívea piel en la que resaltaban sus ojos negros. Vistiendo un ligero kimono negro de arabescos tejidos en hilos rojos. Sus bordes del cuello y mangas en seda roja. Levemente abierto, que dejaba ver sus trabajados pectorales, nada vulgar, al contrario aquel adorno corporal hacian elegante su vestidura.

Cerraria por completo aquellas puertas y dirigiendo la mirada hacia la joven que yacia algo impaciente ademas de sus notables nervios. Sonreiría cortesmente avanzando a paso lento sobre aquella alfombra hasta llegar y posarse frente a la joven.

Mientras caminaba hacia ésta sucederia a decir:

-Sea bienvenida a mi humilde morada señorita-

Una vez finalizado su camino, haria una leve reverencia a la joven y procederia a decir:

-Conde Bloodrer Le Bursier. Un placer conocerle señorita-

Sonreiría ampliamente y volvería a su postura de porte elegante e imponente, para mirarle de nuevo con sus orbes negras.

-Cuál es su nombre, señorita?-

Tema: Re: Llegando al lugar... Lun Abr 27, 2009 10:18 pm

-Ciertamente ella estaría algo impaciente por que su nuevo jefe llegara, aquello que decian de el, al menos el mismo mayordomo, la hizo inquietarse de sobre manera, que sería? Estaría a salvo? Esas preguntas inundaban su mente hasta que aquellas puertas la sacaron de sus pensamientos, sus ojos aqua observaban aquella fijura que se solo verlo intimidaba y causaba respeto, aquella presencia la volvi insegura y temerosa, cosa rara en ella, ladea su rostro al observar sus ropajes y como estarían ligeramente abiertos.-

G-Gracias... -Al ver como le hacía una reverencia, la chica se pondría de pie instantaneamente, haciendo lo mismo, al escuchar su nombre alza el rostro para musitar.-

Un gusto en conocerlo Conde Bloodrer, mi nombre es Kallen, Kozuki Kallen.

-Sonrie un poco nerviosa, para despues elevar su postura de nuevo, quedando de pie ante aquella impotente figura frente a ella, musitandole.-

Eh venido aqui a ofrecerle mis servicios.. por lo de su busqueda de personal, Bloodrer. -Sin formalidades, ella, si es que trabajaría ahi, le llamaría al Conde por su nombre, ella no era menos ante nadie.-

Invitado

Sonreiría ante la respuesta de la joven, no consideraba una falta de respeto que no le llamasen por su título, pues este no le hacia mas que los demas. Al final era un ser comun y corriente. Bueno dudando de lo útlimo..

-En efecto, he sabido bien de sus habilidades como mercenaria. He sabido tambien de sus ojbetivos en este lugar. Tal vez.. si usted me ayuda, yo pueda ayudarle-

Sonreiría de medio labio mientras aquel brillo aparecía en sus ojos negros.

-Bien por ahora bella señorita deberia dedicarse a descansar, tiene una habitación preparade para usted. Mas tarde, haré una pequeña fiesta de bienvenida para mis nuevos empleados, con eso podré conocerlos un poco mas a todos. Espero no le moleste mi idea.-

Tema: Re: Llegando al lugar... Miér Abr 29, 2009 12:42 am

Pero digame, Bloodrer, cómo ah sabido las causas que me han traido hasta aquí..? -Aquello la entusiasmaba, al parecer en ese lugar la informacion facilmente vuela y se consigue, valio y sumamente importante.-

Obviamente, si usted me ayuda.. mis servicios estaran disponibles a su necesidad, sería un completo gusto, más.. no hay que firman algun tipo de contrato? -Al ver aquel brillo, sonreiría a medio labio, obviamente ya había notado que esa persona no era humana, si no algo "más" que eso.-

Y por lo del baile, sería un gusto ir asistir para conocer al resto de mis futuros compañeros, más no tengo nada propiado para vestir en dichos eventos, así que le pido me perdone por eso -Sonriendo nerviosa, llevandose una mano a su nuca.-

Invitado

-Claro que si tiene para ir señorita, de hecho ahora le dire a mi mayordomo que la lleve a su habitación, encontrará un pequeño detalle de bienvenida.-

Sonreiria de nuevo. Observaria ahora el techo como si organizara sus ideas en un corto lapso de tiempo, lo necesario para dar respuesta a aquella dama, sin que ésta temiese por su vida.

-Digamos que mis informantes son bastante buenos.-

Sabia que aquella dama no se quedaria con aquella respuesta por su parte, pero no era el momento de decirle acerca de su raza, no sería apropiado. Tal vez ella sospechaba algunas cosas, mas no deduciria todo. Tiempo al tiempo..

-Bien!, no hagamos esperar a quienes han sido llamados a dicha fiesta-

Sonreiria burlon, pues aquella fiesta se celebraría en la noche, ademas que esperaba un huésped, asi que alargaria tal ágape, mientras aquella persona no llegara a su recinto.

Abrió entonces aquellas puertas de madera y su mayordomo yacia presto, sin esperar algun llamado por su parte. Con una reverencia diría:

-Me ha llamado amo?-

A lo que el conde responderia con una leve sonrisa:

-Asi es, podria conducir a esta bella dama a su nueva morada?. Dale un tiempo para que arregle sus pertenencias y luego traela de vuelta.-

El hombre asintio con otra reverencia y miraria a la joven en seña que le siguiera su pausado andar con rumbo a las habitaciones del primer piso. Mientras el conde miraba a la joven y con un deje de emocion en sus palabras diría:

-De nuevo bienvenida a la mansión, sientase como en su casa. Y cualquier cosa, no dude en comunicarmelo. Antes que yo me entere.-

Sonreiria malicioso y con su diestra haria un ademan cortes señalando al mayordomo.

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