Conde al desnudo ~ ( Solo personal de la mansion )

Casualmente esa mañana la puerta delbaño la dejó abierta, depsues de todo no muchos estaban despietos en casa, pero si el condenad felino, el gato d ela mayordomo Hayley, este animal cruzó los pasillos hasta el baño y tomó las ropas del conde en su hocico, llevandoselas arrastrando por todo el corredor.

El conde salió a medias de jabon, hombros y parte de su espalda mantenian aun un poco de estas espumosas blanquecinas burbujas cubriendole y sus cabellos humedos recaian por sobre su rostro. Uno de sus ojos algo rojo por el shampoo en el mismo, solo una toalla le cubria sus casi afeminados pasos a descalza por la alfombrada corredera del pasillo de las habiatciones.

Sihuió al gato hasta toparse con que el muy infeliz saliera con su abrigo y pantalon por una ventana, ciertamente, tenia bastante fuerza apra ser un gato. Maldicion... Susurró molesto y quedando semidesnudo en el pasillo frente a una puerta y una ventana, sumido en sus vengativos pensamientos.

Sin pudor alguno, pues sospechaba todos aun dormian, bajó las escaleras con la toalla sujetada por tan solo una mano, despues de todo, no tenia un mal cuerpo aunque quizas era muy delgado en algunos aspectos. Estructura algo debil.

Habiendose removido las espumas de su cuerpo, bajó solo con los cabellos humedos, recayendo por su rostro y algunas gotas de agua recorriendo el mismo. Llegó hasta el recibidor y se fue por el pasillo que dirigia al jardin topandose con una puerta que se abría y aparecia alli la dulce Hayley a quien por ir tan centrado en sus pensamientos, no diviso aunque sus ojos la vieran, no reaccionó mejor dicho. Hasta que ya la tubo en frente, su toalla cubría justo un centimetro por sobre si sexo ahcaia abjo, dejando ver parte de su lampiña cadera hasta parte de sus piernas y suejatda por el lado izquierdo por la mano dle conde. Su cuerpo quedo a no más de medio metro del de Hayley y su rostro se tiñó consecutivamente de un ardientec armesi antes de parpadear y tragar grueso. ........

El grito le hizo soltar la toala para taparse los oidos, dejandola caer y quedando finalmente desnudo completamente ante la pequeña Hayley. Razon para mas emciones en su tierna cabecita.

Al cabo de unos minutos, los pasos en el corredor se hicieron presentes, ya vestido, llevando sus botas, pantalon, y abrigo abierto dejando er parte de su pecho desnudo pues no s ehabia pusto el chaleco. Sus cabellos algo desordenados

Terminando por abrir suavemente la puerta de la cocina, mirando a lo que ubiera dentro. Sus ojos estaban tranquilos y su semblante algo serio. Aun algunas gotitas caian por su cuello pasando por su pecho hasta su estomago.

Soltó un suspiro prolongado y entró al salon cerrando la puerta tras de si y poniendole seguro. Caminó hasta un metro de distancia de Hayley sin importarle su apariencia fuera algo distinta pues era ella de todas formas y no era elc aso fijarse en aquello.

Lleno sus pulmones de aire y fijó su vista en su empleada con algo de superada verguenza. ¿ Tu le ordenaste a tu gato hiciese eso ? En si, el conde era bastante inocente, un hombre virgen de 28 años con cero expriencia en cosas amorosas, depravadas o sensuales o cualquier avriante de esos temas, por increible que fuese oirlo. Su curiosidad era enorme por lo que incoentemente podía pensar en lo de que ella podria ahberselo ordenado por querer verle desnudo o por ahcerle una broma.

¿ Como dudar de ella ? le veia agitada y temerosa, ademas de que.. eran pocos dias que llevaba en la casa y algo como esto, si, era algo tragicomico pero solo lo sabian ellos dos, era de pensar que simplemente lo dejara pasar prometiendo no decir nada y que el animal recibiera algun castigo o reprenda de su dueña.
Te creo, Hayley... musito despeus de un buen rato de silencio pensando que hacer. solo se acercó a ella y tomando una silla, la puso frente a la misma, senatndose y quedando a misma altura ambos personajes.

Pero dejemos todo lo que ha ocurrido en secreto, ¿ si ? la verdad me seria muy bochornoso que se supiese, más un por... lamentablemente cosas de imagen. Dijo algo avergonzado, no era que "su imagen lo fuera todo" pero como lord de la casa, debia mantener dicha condenada imagen.

Le negó con la cabeza y se sonrió a si mismo. No.. no te preocupes. Respiró por la boca para recordar todo lo ocurrido, ahora le hacia algo de gracia por lo que una corta carcajada se llevó a cabo antes de mirar con ternura a la pequeña Hayley.

Pero si quiero un abrazo. Le acotó finalmente con una sonrisa tiernisima y el rostro algo ladeado. y abriendo sus brazos con suma inocencia.

le abrazó por la cintura, pasando sus manos por sus costados para llegar a posarlas sobre la espalda y ahora percatarse que sus dedos topaban con hebras de un color violeta en vez de rubias. Un aroma diferente e incluso una presencia algo distinta, aunque ya lo sabia por antecontrato. No era lo mismo tenerla así allí.

Sis calidas manos sintieron la piel suave y delicada de la espalda de la pequeña y le acariciaron inevitablemente por sus homoplatos, así, bajando suavemente hasta su espalda una vez más alejó su rostro del hombro ajeno para mirarle con la misma sonrisa que el conde siempre llevaba ante sus comentarios honestos y hasta tiernos. Le queda muy lindo el violeta Hayley.

La verdad opino que se ve más linda asi, parece una hermosa muñequita de porcelana de alguna especie de colección unica. Se rió por lo bajo ante sus propias palabras, desconociendo totalmente lo que pudieran provocarle a quien se las estaba diciendo. Le soltó suavemente terminando por apoyar sus manos sobre sus propias rodillas y mirarle con curiosidad respecto a lo ultimo. por lo que no se esmeró en consultar, aunque en si, algo quizas sabría de control de rtansformacioens, el señor Jekyll era un buen ejemplo.¿ No controla usted eso ?

Analizó lo de las emociones. Tendía en cuenta dicho detalle, aunque se preguntaba si era una humana que se transformaba en vampiro o viseversa. Ya que no era lo mismo definitivamente. No le veo tanta emoción a ver mi cuerpo desnudo la verdad pero...~ Se estremeció un poco entre risitas por su comentario, llevandose la mano a la boca a taparse con los dedos extendidos.