Nombre completo: Sara Marie Vanderbilt
Edad: 20 años
Raza: Humana
Profesión: Reina de Inglaterra
Características físicas: De larga cabellera lisa, rubia dorada y ojos grises. Poseedora de un finísimo porte: exquisito. Su sonrisa encantadora, junto con curvas imponentes han sido el delirio de casi todo hombre en la corte, mismas que casi ninguno ha tenido el honor, o más bien, el
placer de observar más de cerca.
Solía vestir con colores brillantes y hermosos, también pasteles: cada uno de ellos perfectamente combinados, haciéndola parecer una real princesa. La princesa perfecta. Luego de que sus padres murieron, comenzó a vestir con colores un poco más apagados, claro está, sin olvidar el blanco, el rojo y sus derivados. Dándole así, un aire más adulto y recatado que la anterior. Aquellos hermosos vestidos con colores suaves y tiernos, yacen en un amplio armario, en sus apocentos. Mismos que, llegará a vestir el día en que su corazón termine de sanar.
Historia: Sucesora en primera línea al trono. Su padre, el Rey de Inglaterra al morir, le dejó la corona. Cumpliendo apenas la tierna edad de 19 años. Sin un hermano varón mayor que ella, tuvo que asumir toda la carga de la corte, en principio, aconsejada por su madre quien no recibió la corona porque el Rey así decretó antes de expirar. Al morir su madre, 4 años después, quedó sola a cargo de la corte. Sin saber a quién pedir consejo, comenzó a encargarse de los proyectos de su padre, mismos que había dejado sin terminar. En ese año de arduo trabajo, comenzó a ganar fuerzas y habilidad. Sus sentidos se agudizaron, haciéndole una mujer muy intuitiva, que, hasta ahora ha sabido elegir lo mejor para su pueblo.
Armas: Tacto y diplomacia. Persuasión. Según dicen, cada vez que se dirige a los nobles y a la iglesia salen bastante convencidos gracias a sus excelentes argumentos, meticulosamente estructurados.
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Anexo: Le fascinan las bellas artes y la lectura. Es amante del chocolate, especialmente las trufas y el chocolate negro. Únicamente francés.