"Lionel Unimben, Sirviente"

El sol dio de pleno en una nota que habian colgado en la mañana pues podian notarse humedades del rocio del alba.
En dicha nota podia apreciarse que habia sido escrita en un suave papel perfumado y con unos decorados lineales en los bordes. La letra estaba mui trabajada, entrelazada caprichosamente en cada trazo que esa diestra mano esbozaba. En letra un tanto mas grande y subrayada podia leerse perfectamente el titulo: "Lionel Unimben, Sirviente." Mas la cosa no acababa alli pues unos cenimetros mas hacia abajo la misma letra seguia con la cantinela.

"Estimados lectores, tengan ustedes buenos dias, mi nombre como habran leido previamente es Lionel Unimben. Y soy sirviente, el mejor de los mios para ser mas preciso, podran comprovar que ofrezco todo tipo de mis servicios a cambio de un modico precio a acordar.
El tiempo de caducidad de este escrito sera el necesario, 3 dias.
Una vez agotado el tiempo de esperas escojere a el mejor postor, o al que mas se adecue a mis espectativas.

Attentamente Lionel Unimben."

Justo despues y con una letra menos legible escribiria la firma del jovencito.

Me uno a la "subasta" del chico.

Yo tambien me uno a la "subasta"

-El comportamiento sugeriría una serenidad imperturbable de quien serena se acomodaría dalicadamente en una de las sillas para la subasta; al parecer hay gente importante en los medios y ella como dama recién llegada mostraría sus respetos. Cual sonriente se mostrara, poco a poco el lugar se llenaría, tanto de nobles como de sirvientes que posiblemente están con el trabajo de contratarlos; el licantropo al parecer es muy codiciado, 'será mío' diría en pensamientos, las ofertas saldrían disparadas, inclusive hay precios absurdos, esperaría hasta el último momento para ponerse en pié y agregar luego de declarada la última petición.- Ofrezco el doble del último que propusiera. -Con mirada segura, inclusive ganándose unas cuantas de enojo por algunos de sus adversarios, sentenciaria y se retiraría.-

Note la entrada de la aparente noble y me limite a permanecer impertubable de algun modo cuando oi su prpuesta sonrei y me puse de pie

-En ese caso duplico el ofrecimiento de la dama-volvi a mi asiento con una pequeña sonrisa esperando su reaccion

El mayordomo de castaños cabellos, conciente de los deseos de su ama por aquel licantropo se acercó al mismo y con una reverencia le pasó un papel cuidadosamente doblado - La oferta de la Condesa Voltaire se encuentra escrita en el interior de este papel. No se ofretará ni más ni menos - volviendose a enderezar le sonrió mirando al licantropo con su mirada color miel y se alejó para tomar asiento en la subasta.

Dinero podían ofrecer muchos nobles, pero la familia Voltaire poseía más que eso...

[enviado el PM ^^]

Un pequeño y trabajado reloj de bolsillo sentenciaba el final de la subasta y asi lo izo saber Lionel.
Ya no podia pujarse mas por lo que alli se ofrecia, asi el joven lentamente avanzo lo equivalente a dos pasos.
Realmente el joven quedo orgulloso de los precios que ofrecian por el, y, de la imaginación alli entregada por el echo de haber ofrecido elementos no materiales.
Una bocanada de aire invadio la garganta de Lionel el cual con fuerza y decision proclamo:

-La subasta ha llegado a su fin estimados participantes.- Talvez no lo consiguiera pero su intención era alargar la espera lo maximo posible, y que los invitados llegesen a desesperar en su interior.

De nuevo volvio a ojear su pequeño reloj y alzo la vista para observar uno a uno a todos los que habian pujado desde la mas minima e insignificante oferta, hasta la mas exagerada y desproporcionada.

-Todas sus ofertas han sido valoradas, y muy pocas me han echo dudar pero al fin...- Lionel habia decidido a quien mostraria sus respetos y servicios.

Y aunque las ofertas que conllevavan grandes sumas de dinero le habian tentado, ese efimero pensamiento no duraba nunca mas de dos o tres segundos.
El no buscava simple dinero por el que hacer sus labores, si no que deseaba el tener una entretenida estancia bajo los influjos de una noble casta.

-He deseado mostrarle mis mas sinceros respetos, y, mis mas fieles servicios a la estimada y noble familia de "Von Einzbern".- Tantos lo esperaban como lo desconocian. Muchos imaginaban desde la entrada de esa pareja que el joven Licantropo con ellos marcharian, pero, los mas ingenuos aun tenian esperanza de poder conquistar el corazon de dicho ser.

-Pueden marchar.- Asi al unisono que despedia a todos los nobles, mayordomos y sirvientes caminaba hacia el risueño Sebasthian D. Alex.

Caminaria con un acompasado ritmo, haciendose esperar el encuentro de este con el sirviente de ya nombrada casta. Con miles de pensamientos e incertidumbres bailando alegremente por su mente el joven Lionel avanzo hasta escasos metros intentando imponer su espiritu sobre el de Sebasthian.

-Encantado, como sabra mi nombre es Lionel Unimben.- Dejo que el silencio imbadiera el momento para desquebrajarlo en mil pedazos acto seguido.- Cuando desee podemos marchar.- Esas palabras caieron pesantes como si de una orden se tratase, el humor del joven habia cambiado sin saber mui bien porque, ¿Habre tomado la mejor decision? Se preguntaria una y otra vez para si, sin poder respondersela jamas.

Tras las palabras de despedida de Sebasthian, este no dudaria en seguirle con sus acompasados caminares los cuales, caracteristicos de este siempre le seguian.

Un combo de pensamientos de optimismo y seguridad le invadirian sin temor a ser rechazados pues realmente esa subasta le habria subido la moral al contento Lionel, tantas pujas y tan altas.

Poco tardo esa colorida silueta en desvanecerse cada vez mas en el lineal horizonte, el cual parecia recibirle con los brazos abiertos mas, evidentemente no iria muy lejos si no, todo lo contrario justamente cerca de dicho lugar en el que ahora rejentavan se encontraria su proximo destino.

[Se desvanece del lugar.]