En la puerta principal de la mansión.

Escuchó la puerta y desidió ir el mismo, ya que la negociación estaba faltante solo en aspectos de una conversación diretca y mostrarle la mansion a la dama, lo demas habia sido conversado previamente, por ende solo sería una concretación del conteato y ya.

Abrió la puerta suavemente y miró a quien se hallaba detras, echando por un segundo un vistazo a la pequeña criatura felina. Buenas tardes, adelante por favor. Saludo de inmediato y con una voz sedosa y amable al tiempo que su diestra ahcia una deman de entrada a la joven de hebras doradas.

Ignoró la mirada dle fleino luego d dejar pasar a la dama y acomodarse el abrigo, aquel caracteristico y poco peculiar manto de color azulino con diseños en la espalda y el pelaje blanco en su abertura sobre la parte que cubre el pecho y las mangas. Le hizo un nuevo gesto para que ella se senatse y se pudiera comoda en alguno de los sofa que se enconrtaban en el recibidor. Asi es, entre cosas minimas como mostrarle la casa y lugares de trabajo. Le respondió a su afirmación.

Le miró de pies a cabeza y le sonrió dulcemente, sentandose en un sofa de color crema y esperando mientras un empleado "X" venía a saludar a la dama y al Lord en silencio. ¿Gusta un te, cafe o algun tipo de bebida, Hayley? Esperó respuesta d ela pequeña mientras él y el empleado le mriaban esperando alguna orden. Era de considerar aquella escena apra ella si seria mayordomo del conde, ya que este siempre que atendía a alguien, debia de venir algun empleado/a para saber que se serviria el invitado, peus ahora la nueva empleada sabía que el conde siempre tomaba un cafe bastante cargado con cuatro cucharadas de azucar.

Un gesto de curiosidad, su rostro se ladeó un poco y sus ojos se abrieron un poco más, era primera vez que le rechazaban dichas cortesias, pero aunque no gustaba de beber solo y le encontraba falta de educación quizas beber más aun, solo frente a una dama. pidió de todas formas "el cafe de la tarde" y juntó sus manos sobre sus propios muslos. Bien, veamooos~

Tomó unos pocos papeles y un tintero, una pluma y aquel añillo con el cual sellaba, la firma. Aqui tiene el papeleo, no hay nada d elo que no se haya hablado, esta todo tal cual. Sus labores seran de recibimiento, cocina, quizas jardineria y aseo, pero como ya le he comentado, prefiero se especialise en la cocina, que es un... Rió un poco y se llevó graciosamente una mano al pecho. Mi pecado, la gula.

No podía evitar el placer que de todas formas se sentia ante la palabra "amo" una regocijada sonrisa entonces demostró en su rostro lo bien que se sentia, ademas de sacar un poco de pecho. Si, señorita Hayley, con esto esta todo listo.

Unos pocos segundos despues, el sirviente llegó con una bandeja de plata y en esta, una pequeña tasita blanca en un platillo de ceramica. El conde tomó la tasa y dio un sorbito a esa drenando un poco del cafe de la misma que en dos sorbos más, acabaría por vaciarse.

No era nesesario, suponía, asuntos respecto al gato, puesto era obvio que no sería correcto este paseara dia y noche por donde quisiera. Aunque en los jardines no habia problema alguno. Kuroro miró unos instantes al animal y luego a Hayley. Solo nos queda ver su habitación, luego deberá de entregar las medidas de su cuerpo a la señorita Zamantha o a mí para mandar a hacerle el traje de la mansion entre otros que son cortesía d ela misma y... todo arreglado. Le sonrió una vez más y dió otro sorbo al cafe.

Tomó el ultimo sorbo y dejó la tasa en la bandeja. El empleado se retiró y el Lord se levantó del sofa sonriendole con amabildiad y sumo respeto. Tiene mi palabra, Hayley. Contestó.

No lo consideraba algo taaan relevante pero si ella se sentia comoda asi, él era un jefe generoso y correcto. Más aun con la gente que se lo merecia y más aun, si s etrataria de la cocinera personal. Realizó un admean a esta con la mano izquierda y le ofreció el seguirle hasta lo que sería su habitación, mientras, le explciaría las reglas de la casa.

Comenzarona subir la curvada escalera ascendente ahcia el segundo piso, lugar de las habitaciones. Al oirle desgusto en lo más profundo de su ser pues efectivamente a eso iva. La verdad soy adorador de las carnes blacnas, las verduras cocidas, los caldos. Tal vez entre toda la nobleza de este pais, soy el más humilde para comer. Le dijo con una expresion algo avergonzada y dejada ya que en si, era cierto, el propio Jekyll era conocedor de que pudiendo acceder a luagres muy carois, las comdias del conde siempre eran bastante sencillas.

Si, tampoco soy muy exigente con mis empleados, los herrroes los comete cualquiera aunque si, me gusta la puntualdiad, lealtad y compromiso. Agregaba a los comentarios de su censilles, pues eran relativamente ciertas.

Bien, veamos, de mayordomo, estan Kurai y usted, ambos vampiros. De sirvientes, estan el doctor Jekyll y la señorita Zamantha. De invitados estan la señorita Murder y Undertaker. Le mencionó a todos olvidandose casi de uno. Oh, y mi guardaespaldas Arval, tambien es un vampiro. Le dijo finalmente deteniendose frente a una d elas habitaciones del segundo piso. Abriendo la puerta de esta suavemente y dejando ver adentro una habitacion no muy grande pero para anda pequeña, con un espejo del piso al techo en uan de las paredes, muebles para ropa y utensilios, un balcon con vista a los hjadines una cama d eplaza y media y un lindo velador.

Gracias, ha cosatdo mantenerlo asi. Ciertamente la ansion estaba llena de esfuerzos, construida a mucho esfuerzo de la familia. Le vió con una sonrisa, era sin duda la primera empleada tan feliz de estar en la amnsion, quias tanto como el doctor. O más. Al ver que se sentaba y sacaba los utensilios, este le asintió y se volteo d ela puerta dandole la espalda, ya que no querria ser indiscreto aunque fuera a saber sus medidas, solo era profesionalismo, ya que en si, ademas d ehumild ey sencilo, era muy caballeroso y profesiona.

Si gusta puedo mostrarle el resto de la mansion, aunque si desea empezar su rtabajo ahora mismo.. no me le opondré. Dijo desde su estancia en el pasillo.

Era encantadora, y al parecer bastante entusiasta no se arrepentiría de tenerla en casa, o eso esperaba en realdiad, ya que apenas si era el primer dia. Se adentró en el cuarto recibiendo la nota, dandole un vistazo rapido solo para confirmar que fuesen unas tres medidas que en si eran lo importante, cintura cadera y pecho para luego guardarla sin siquira haber visto los numeros.

Tal vez no se sienta comodo por el hecho de que en esta mansion no hay un solo humano, Señorita Hayley. Le comentó respecto a lo del gato y luego se volteó. Sigame por favor. Dijo llevandole hacia el pasillo para mostrarle la mansion.

Pues mientras mas rapido se acostumbre, mejor. Le dijo con una risita divertida y algo coqueta, mriandole desde lo poco que sobrepasaba su altura a la de la rubia damita.

Mientras caminaban por el pasillo hacia abajo, le iva mostrando algunas pinturas, de entre todas solo una habia de la familia Lucifur, una famila de solo 4 y estaba tan gastada que se podría pensar que de solo tomarse el cuadro, el lienso dentro de este se desintegraría. Una mera reliquia.

Ya abajo le mostró la cocina, las bodegas, algunas alacenas, refrigerantes, la plateria y algunos que otros cuartos donde dejar las cajas vacias entre otros comunes.

Cada vez qué me dice le agrada su nuevo hogar soy más feliz de tenerla como empleada, Hayley ~ Conturreó sonriente y triunfante a la vez, de todos los nobles se consideraba el con los mejores empleados, más para sus cometidos futuros aunque mucho faltaba para aquello. Le miró de reojo captandole justo cuando esta le daba una mirada de esas con las que se sonrojaba. ¿Hay algo que quiera decirme o pedirme, Hayley ? le consultó sin aguantarse ya que a veces pasaba que por timidez, patudez o verguenza, algunos no le dirigieran palabra. Puede confiar en mi, no muerdo ~

Cierto hahaha... Despues de reir por lo de las mordidas que ya se volvia un tema habitual en la casa por tener ya a cuatro vampiros, suspiró y se "sentó" en el borde de una mesa de la propia cocina.

Sus trajes estaran para a más tardar cuatro dias, almenos los que son cortesia de la casa,. Le explicó. Son tres trajes de empleada y dos de gala, los de gala, obviamente, son cortesía de la casa Lucifur.