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| Toque nocturno | |
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Autor | Mensaje |
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Haji : Independiente :
Cantidad de envíos : 50 Fecha de inscripción : 16/03/2009
| Tema: Toque nocturno Vie Mar 20, 2009 6:08 am | |
| Los dias pasaban y las noches abrazaban, cada dia era un intento en vano de lograr algun cometido en su incansable busqueda de lo perdido; era un hidalgo casi, sin nocion ni idea, menos una simple informacion de lo que buscaba ahora hospedaba si se le podia decir en las calles de una pequeña villa de acogedor aunque vagabunda apariencia.
Se hacia la tardecita de sol naranja sobre el horizonte a lo lejos posado sobre el ocaso donde aquel viejo bosque le habia dado comienzo; las calles empedradas de la pequeña villa apesar de la repentina venida de la noche eran transitadas por comerciante, vagos, ebrios, nobles y lo que fuera. Parecia que era un lugar de toque nocturno, como que todo parecia cobrar vida cuando las farolas encendian y todos salian a las calles ya sea a presenciar las peleas de caninos, como a realizar lo que mas querian.
Lejos, en un cruce de calles, donde poca gente pasaba, sentado en una pequeña banca arrimado a un arbusto, el pelinegro de traje y camisa tocaba su melodia. Estaba sentado y a su lado mantenia aquel sarcofago metalico de donde sacaba su violonchelo el cual ahora lo tocaba con especial carisma dotando de esa tonada melancolica y tan pedida. Se centraba en su oido abierto, dejando sus ojos cerrados tomando con la mano vendada el intrumento que daria espectaculo, a su lado ese sarcofago abierto, parece que buscaba dinero, ya que a modo de espectaculo, varios pueblerinos se le arrimaban y entre partitura y partitura le aplaudian y tiraban pequeñas monedas dentro. Asi trataba de pasar la noche adentrada, buscando algunas monedas para poder seguir viviendo, apesar que no era de dormir tanto. | |
| | | Lev D Antosha : Noble :
Cantidad de envíos : 18 Fecha de inscripción : 21/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Sáb Mar 21, 2009 6:41 pm | |
| Maldijo en silencio a Groderik. Su taxista habitual había fallado esa vez. Las clases de violín a las que regularmente asistía habían sido terminadas hacía más de dos horas y aquel hombre de aspecto siempre cansado parecía no querer aparecer esa vez. El colmo. Podía ir caminando, la mansión quedaba a un par de kilómetros si caminaba en dirección al norte. Podría llegar.
La diversidad era algo latente en esas oscuras calles. Podía verse de todo... Absolutamente de todo. De todos modos caminó arrimado a la pared asegurándose con ello que nadie sería tan ingenuo de intentar robarle las lustrosas pertenencias que decoraban dos de sus dedos u incluso, un colgante de gorda cadena de oro que se escondía entre las ropas; Oh. No. Mordería el cuello de cualquier transeúnte que le dirigiera una mirada diplomática... Lo haría. Pero pese a su demostrada seguridad no dejaba de mirar inquieto hacía los que de vez en cuando, no disimulaban en volverse a mirarlo varias veces; Sus ropajes le delataban. Era de buena familia.
Atajó por un camino más estrecho y menos transitado por los viandantes, farfullando entre dientes insultos referidos hacía estos. El suelo era sin lugar a dudas toda una falsa utopía, estaba hecho de una irregular piedra que le invitaba a tropezar reiteradas veces, por ello era que su mano siempre estaba fija en las rusticas paredes.
El suave sonido de un instrumento de cuerda llegó a sus oídos e inmediatamente sus ojos buscaron el lugar de procedencia. Y allí le vio. Un hombre de poca edad y aspecto salvaje demandando monedas a cambio de lo que su experto oído musical podía etiquetar cómo un concierto en toda regla; Era increíblemente digno de escuchar. Sin mostrar signos de opresión se aproximó despacio hacía aquel que se centraba en dar vida a la melodía, algo que le hizo sobrecogerse sin razón aparente.
No obstante, tuvo que utilizar sus codos y abrirse paso a empujones para quedar frente a él, pues la gente se aglomeraba entorno al pelilargo ya fuera para aplaudir o contribuir en la recaudación de monedas. Quedó allí, absorto, dejándose cautivar por el sonido del instrumento a tocar mientras la noche seguía cayendo. | |
| | | Haji : Independiente :
Cantidad de envíos : 50 Fecha de inscripción : 16/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Sáb Mar 21, 2009 8:22 pm | |
| Monedas, papeles de valor y porquerias en su caja mortuoria de acero que a su lado abierta estaba recivia en casi constantes oportunidades que su mano habil entonaba en las cuerdas de su violonchelo esa tan apasible y casi entristecida melodia. Rodeado como si fuera un personaje de alto rango, o un juglar conocido que al pueblo siempre acudia, no se sentia ensimismado, mas porque sus ojos cerraba concentrando sus oidos en su aparato de mil notas.
Parecia mentira que era su primera ves, no le interesaba la recaudacion, tan solo tocar...y apesar de eso los pululeantes transeuntes que por ahi pasaban comenzaban a rodearle espectantes, sedientos, necesitados de una partitura mas.
Asi como terminaba con una seguia con otra sin contar los minutos ni la cantidad de personas. El cielo, de luna menguante sobre el horizonte como lo estubo una ves el astro rey, siendo el firmamento estrellado por tantos astros como aplausos resivia. De pronto; su fino olfato de sensaciones encontradas alarmo cuerpo, no inmuto, siguio asi con su juego y divertimento, pero sabia que alguien que no aparentaba ser humano podria estar entre los presentes.
No lo podia detectar ni con certeza declarar al aire, por esto solamente bajo la noche y alboroto de personas que se le ponian en ronda, entreabrio sus azulados ojos apenas cuan filosos y quedo mirando al vacio de entre la multitud que se le hacercaba. Suavemente suspiro apenas persivido por los presentes y agudizo su toque sobre el instrumento melodico entonando en sus cuerdas una tonada melancolica y fuerte al oido, tan solo para probar su fino paladar.
Entre la gente habia de todo, niños, adultos y ancianos; mujeres y hombres; mendigos y nobles. Era raro, una melodia unia las clases sin mostrar desprecio, de entre ellos un pelirubio dorado que bajo astros un cabello sedoso de cutis blancuzco y ojos verdes parecia azorado, era un noble de alto rango...sus joyas le delataban. No mostro interes solamente trato de entre los presentes de persivir al diferente. | |
| | | Lev D Antosha : Noble :
Cantidad de envíos : 18 Fecha de inscripción : 21/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Sáb Mar 21, 2009 9:23 pm | |
| Entre la oscuridad y la constante necesidad de asestar débiles empujones a los que intentaban pegársele se le hizo casi imposible distinguir siquiera la tonalidad de esa mirada que se entreabrió para dar un visto rápido a los presentes allí aglomerados. Y por increíble que pareciera, hubiera podido jurar que esos ojos se hubieron enfocado a su persona más tiempo que en los demás. Meras ilusiones ópticas seguramente.
La cuenta de los años que había intentado aprender a tocar el violín se perdía en su memoria y envidiaba a ése ser que poseía un don que ni el paso del tiempo le otorgaba a él. Envidiaba esas manos, esa música... Esa esencia. Cerró ligeramente los parpados dejando que su aceitunada mirada apenas pudiera distinguirse por unas finas rendijas. Parecía sin duda el típico juglar del pueblo dispuesto a relatar historias desconocidas, a trasmitirle mediante canciones los acontecimientos de lugares cercanos... Pero entendía que con el sonido era suficiente para cautivar a esos humanos. Esos que olían a putrefacción y desdicha. Esos que morían cuando el tiempo así lo decidía.
Unan nueva y calurosa oleada de aplausos se hizo latente con la última nota de una de las melodías. El débil tintineo de las monedas caer en el recipiente allí dejado para eso le hizo advertir que no había más que monedas insulsas y billetes cubiertos en mugre. Alguien con ése talento merecía algo más.
Por ello fue que lentamente y ayudándose de su diestra, se quitó uno de los anillos que traía puestos, concretamente, fue el que se encontraba en su anular izquierdo; Un anillo de oro que en la época en la que se encontraban podía haber sido cambiado por un buen fajo de billetes. Procedió a alargar su pálida mano y con el mentado entre dos de sus dedos, lo dejó reposar en la zona dónde los billetes y monedas se hacían cada vez más. Olvidándose de los presentes, de los aplausos o del sonido de las monedas caer, procedió a examinar los rasgos del hombre.
Fino. Elegante. De apariencia pulcra... Sonrió levemente mientras dejaba que su mirada se perdiera en la tonalidad del otro. Ahora si podía verlo; Azules. Tenía los ojos azules. | |
| | | Haji : Independiente :
Cantidad de envíos : 50 Fecha de inscripción : 16/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Sáb Mar 21, 2009 9:43 pm | |
| - Un anillo de oro... -
Entono insonoro en su mente aquellas letras al ver como caia resonando torpemente entre las monedas sin lustre ni brillo. Varios presentes sin querer miraron aquel objeto sumamente valioso, como intrigados de porque o quien era que le daba tanta y suculenta paga.
Miro de reojo el anillo en su caja metalica, no perdia el toque sobre el instrumento mientras azorado apenas entreabria un poco mas sus orbes azules sin cambiar el semblante de su inmutable mirada. En agradecimiento continuo con la melodia de tristes acordes y fervientes tonos que subian y bajaban de un grave tenor a un leve baritono que adornaban la noche de astros.
Ahora giro con delicadeza acompasando su mano que como si fuera maestro de seremoña habil y con alta destreza llevaba a la derecha entonando aquel canto de cuerdas aun con esos ojos afilados azulados que recorrian a los presentes constando de esa perdida forma que tenia al mirarlos. De repentino su rostro enfoco con alguien a su lado casi, tenia la mano extendida apenas hacia la caja, su mirada le sonreia ojiverde a la suya...de seguro era el que el anillo le habia regalado, aun en esa mano se veia la marca, y ostentaba algun que otro mas que le adornaba.
Parecia que le estaba examinando el cuerpo al pelinegro de cuerpo esbelto, los ojos grandes verdes, parecian dos esmeraldas, pero era raro, se mostraba calido al mirarlo, aunque enfocandolo con sus azules, no pudo evitar el sentirse extraño. Era un joven de aspecto noble, sus ropas elegantes, joyeria que si no la cuidaba podria pasar un mal momento en esas calles, pelirubio casi platinado bajo astros. Tenia un cuerpo delgado, sus prendas apesar que lo tapaban, le delataban que no tenia mucha masa corporal.
No dedico nada de su mirada, aun permanecia incambiable, seguia parsimonioso su musica, esta ves mas baja...cada ves mas apagada, pues el concierto ya en la noche..parecia que acababa. Entrecerro sus ojos minutos pasado esa coneccion con el menor, y finiquito concierto ambulante con gran gracia y destreza parando en seco como si de un maestro fuera.
Ahora solo guardaba silencio, bajo aplauso constante de la gente que le abrumaba. | |
| | | Lev D Antosha : Noble :
Cantidad de envíos : 18 Fecha de inscripción : 21/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Sáb Mar 21, 2009 10:07 pm | |
| Se sintió extrañamente cohibido, la penumbra era tal que no identificó del todo el rumbo de la mirada de aquel cuya maestría a la hora de entonar música era perfecta pero por una extraña razón, se notó observado. Escuchó los comentarios referentes a su donativo; Algunos lo tachaban de ricachón, otros de buen pastor. Pero ninguna de las miradas de los presentes dirigidas a su dirección fue tan segadora cómo la que le dedicó ése ente.
La música se hacía a cada segundo más baja, más tenue, anunciando su no muy lejano final y la gente, captando aquello, se fue disipando lentamente entre las rusticas callejuelas de ése pueblo mal proporcionado. Él no. Permaneció en espera de la última nota, cómo si la final fuera a desvelarle el secreto de tal sintonía entre dedos y violonchelo.
Con cuidado retiró esa mano que durante minutos hubo estado extendida hacía la caja metálica que recaudaba su dinero y la postró con la suavidad propia de los nobles en uno de sus costados con aire indiferente.
La última nota. El fin de la entonada y nada con lo que poder enriquecerse.
Suspiró con cierto desagrado impreso en su semblante. La poca gente que hubo permanecido hasta el final se disipó mostrándose satisfecha con tal gratuito concierto, él único inconforme parecía ser él. No se movió ni un ápice. Sus pies vestidos con lujosos zapatos importados no llegaron siquiera a alzar la suela. Su mirada tan amenazante cómo impregnada en dudas siguió adherida a esa que anteriormente hubo confirmado que se trataban de dos estelas azules pero que ahora se encontraban ocultas tras la fina capa de sus parpados.
Estaban solos por fin y el eco de los sonidos del instrumento aún parecían flotar en el aire llenándolo de la gracia que el pelilargo hubo sido capaz de transmitir. Se aclaró la voz con suavidad, dejándole entrever al desconocido que hablaría. – Podría tocar otra?. – Su voz, mero timbre infantil rompió el interminable silencio que se había poscristo desde el finalizar de los aplausos. | |
| | | Haji : Independiente :
Cantidad de envíos : 50 Fecha de inscripción : 16/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Dom Mar 22, 2009 1:21 am | |
| Quedaba solo en esa esquina que lentamente se conformaba desolada, parecia que tan solo de placeres vivia la gente, un mero espectaculo, el llenar sus oidos y regresaban como hormigas a sus hogares sin iportar la suerte del juglar de paso.
Para ese momento dejaba reposar su violonchelo sobre la pequeña banca, miraba las cuerdas y su mano vendada que habia dejado holgar sus ataduras por tanto movimiento, de un momento a otro quedo completamente solo...aunque no del todo, ya que aquel jovencito de hebras doradas se le habia postrado frente, ese que habia otorgado como ofrenda, regalia, o paga por su musica aquel lujoso anillo de oro masizo. Este en ese momento le miraba singularmente, el pelilargo ojiazul entreabria sus orbes para situarce su mirar sobre el que tambien perfundia sus intenciones. Tenia una mirada penetrante, su vestido de alto glamour de entre los pueblerinos no era mentira, puesto que le hacia juego con esa sutil forma de verle. Parecia que queria de el algo mas, algo, que pronto en infantil tono de su garganta dejo escapar.
Escucho puesto el supuesto del rubio esmeralda en frase tajante la peticion que le esbozaba. Queria una nueva tonada, aun asi, era muy noche para ese momento, y de seguro que tenia algun escolta a su espalda que le esperaba, asi que no queria problemas con nadie, su paso por ahi tenia que ser sin gloria y deslumbre...estaba para un objetivo y el meterse en lios por un jovencillo interesado, no seria bueno.
- Es muy noche, deberias volver a tu casa... -
Por primera vez rompio en silencio el pelinegro esbelto, con una voz grave pero no ronca, tan suave como delicada esbozo palabras para que el muchacho le entendiera. Su mirada que le enfocaba hablo y al segundo para por si las dudas algun reo le venia pidiendo lo que gano, se paro de donde sentaba y tomando violonchelo lo coloco sobre el dinero dentro del sarcofago y procedio a darle llave parandolo sobre el suelo.
Sabia que si era un noble le volveria a reprochar, aunque no podia evitar hacerlo, era noche, y esa zona aparentaba un receptaculo de mala muerte. | |
| | | Lev D Antosha : Noble :
Cantidad de envíos : 18 Fecha de inscripción : 21/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Dom Mar 22, 2009 2:48 am | |
| Hizo una mueca hastiada cuando aquel cuyas fracciones podrían definirse cómo delicadas y casi féminas le denegó el único deseo. Oh, vamos... Había entregado uno de los anillos más caros que poseía. ¿No podía tan siquiera volver a tocar alguna de esas partituras antes pronunciadas?. Su demanda no era estrepitosa, ni curiosa... ¡Siquiera tenía matices oscuros!. Torció los labios con benevolencia y mientras el otro recogía sus pertenencias fue cuando se decidió a hablar, por lo bajo y con cuidado de no alzar demasiado la voz. Pues, en lugares tan pequeños, se solía decir que las paredes tenían oídos.
- Sólo una más. – Insistió, pero ya no parecía haber vuelta atrás. El suave sonido de la llave cerrar el sarcófago del instrumento le hizo caer en la cuenta de que por más dialecto que utilizase, la sentencia estaba decidida; No habría más música esa noche.
Indignado y lleno de cólera interna le dedicó una envenenada mueca al portador del violonchelo, aunque con su aspecto de adolescente a nadie podría atemorizar, pues, más que mirada amenazante podía resultar cómo un vano gesto de enfado infantil por lo cumplimentar con lo demandado. En un giro de noventa grados se encaró con el camino a seguir, estaba oscuro, no había nadie y ninguna luz parecía querer acompañarle.
Perfecto. Torció vagamente los labios mientras que en su mente cavilaba el modo a llegar a su mansión pero ninguna le parecía acertada. Era vampiro por lo que la oscuridad no era competencia... lo era el hecho de vagar sólo por ella más de una hora. Sea cómo fuere, no se dignaría a pedir ayuda pues esas cosas eran las que diferenciaban a los plebeyos de la casta noble. Y él mostraría que era digno merecedor de su puesto en la casa que ocupaba. Avanzó a paso casi inseguro. Era un vampiro. Acarreaba con varios años a sus espaldas y de todos modos... El deambular sólo no era para nada de su agrado. Desde su uso de razón siempre hubo sido acompañado por alguien que se encargaba de perseverar su subsistencia por eso mismo, cuando quedaba sólo y expuesto solía inquietarse hasta el punto de considerar amenaza hasta un simple tallo de una planta.
No obstante, piso fuerte el empedrado suelo mientras avanzaba sin rumbo fijo, osease, sabía dónde estaba ubicada su mansión pero dudaba sinceramente el saber salir de aquel pequeño lugar dónde asistía de tanto en tanto a sus clases de violín. | |
| | | Haji : Independiente :
Cantidad de envíos : 50 Fecha de inscripción : 16/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Dom Mar 22, 2009 5:00 am | |
| Era una leve molestia el no haberle dado para con el rubio esmeralda aquel capricho que le esbozaba, tenia que ser cauteloso, no podia dar mas de lo que la noche le podia otorgar, seguia en su tesitura de pasar sin mayor ademan por ese punto del mapa que para ese momento le acunaba. De todas maneras, aquel pelirubio le traia inquieto.
Habia pasado una hora, desde que le habia reprochado siendo ultimo en la cara que deseaba escucharle una nueva ves. Pero no podia hacer nada.
En ese momento habia tomado un rumbo un poco inpensado para alguien que habia ganado un dinero, puesto que caminado por esas calles de empedrada superficie, a lo largo de la angosta calle que a la distancia daba a un parque, solitario casi sin ser visto, ahora contra un arbusto del gran predio su cuerpo adormecia casi. Era un buen lugar para pasar la noche de estrellas, seguramente pasaban la media noche del firmamento y un nuevo dia alzaba, era lo que suponia, aquella brisa fria le recorria el cuerpo. Sentado bajo el arbol, ahi se pensaba el rumbo del adolecente, ya que mal o bien habian tomado casi el mismo camino, solo que le habia notado un paso calcino y entremezclado, algo asi como indeciso. Acaso tendria hogar?, pero aun asi llevaba puesta ropa de noble, y su jolleria le delataba, cabia pensar que se hospedo en alguna casa de la pasada antes de la plaza que ahora el pelinegro estaba.
Elevo su mano vendada al cielo, la examino apenas mostrando un punta de uña filosa dandose cuenta de las ataduras holgadas. Tomo con su otra mano estas y las aferro para que no saliera, asi, a nueva cuenta, abrir su sarcofago metalico y cuan obsesion fuera, tomar de el ese intrumento encantado.
Suspiro por la baja noche, mirando ojiazul el firmamento estrellado, pareciese que buscaba algo, un indicio, una pista, algo. Con su mano vendada como aquel instrumento de notas y melodias, comenzando nuevamente aquellos acordes encantados de tristeza pero meloza empatia. | |
| | | Lev D Antosha : Noble :
Cantidad de envíos : 18 Fecha de inscripción : 21/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Dom Mar 22, 2009 5:18 am | |
| Se lo había presupuesto mientras avanzaba por aquellas angostas callejuelas; Sin su chofer rutinario, esas calles se le hacían angostas y desconocidas. Para colmo, la latente oscuridad que rodeaba esas casas de piedra no le ayudaba en lo más mínimo. Podía bien darse por perdido y seguramente, nadie de su casa acudiría en su ayuda hasta alzado el sol. Pagar por un hospedaje en una casa acomodada sería la mejor opción; El problema residía en la sed incontrolable que le producía merodear cerca de simples humanos. No había cenado y por ende, la sed abrasaría su garganta hasta hacerle pecar. Era un lujo que ahora por ahora no se podía permitir; Lo había prometido. Nada de muertes.
Vagó sin rumbo fijo, aunque conocía la localización de un parque que le costó más de diez minutos encontrar. Lo conocía de sobra cómo para saber que allí habían bancas dónde podría estirarse y por si la sed se abría paso en la garganta de manera turgente siempre podría acallarla con el agua que emanaba siempre de una fuente de estructura quebradiza.
No fue su instinto el que le llevó hasta allí, si no la triste melodía de los acordes de un instrumento más que conocido. Se adentró a la conocida espesor de los arbustos que prácticamente tapiaban la entrada y se detuvo antes de que el ojiazul pudiese delatar su presencia y allí, medio agazapado entre la maleza se dejó consumir por la belleza de la partitura. ¡Indignante!. Hacía una hora escasa se había negado a darle un recital privado y ahora que nadie podía gozar de ella tocaba sin reparos, haciéndolo, según sus oídos, aún mejor de cuando la gente coreaba por más.
Cerró débilmente los parpados, atrapado por esa sensación de magia y bienestar que le producían las notas que postulaban las canciones.
Eran seguramente antiguas, muy antiguas. Desconocía el ritmo de todas y no conocía el título de ninguna pero los acordes eran bajos y débiles, tristes, frágiles. Ése personaje era un ente curioso, muy curioso. Aún agazapado y medio oculto entre la marea de hojas secas intentó sentarse sin armar ruido. Aun que fuera a escondidas, todo estaría mejor si podía gozar de una no muy lejana compañía y además, todo ayudaba si de hilo musical podía coexistir con esa dulce partitura que nacía a manos de aquel grato especialista. | |
| | | Haji : Independiente :
Cantidad de envíos : 50 Fecha de inscripción : 16/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Lun Mar 23, 2009 6:45 pm | |
| El ambiente que le rodeaba parecia que le adornaba los acordes que de su violonchelo entonaban, perdido en lo mas adentrado de ese parque encantado rodeado de frondosos arboles y encayado en una semi planicie de arbustos compuestos; ahi yacia, el pelinegro encantado. Ahi estaba ensimismado como si de un musico enloquecido por tocar a toda hora su mas prohibida musica meloza de las cuerdas de instrumento que con maestria lo entonaba al tacto fino tan esculpido como si estubiera engatuzado asi mismo como si de su pareja tratara.
No tenia nocion alguna de que hora era, tan solo le bastaba con sentir la noche estrellada que caia sobre sus pesados hombros y ese rocio del parque que comenzaba a satinar las hojas y pastizales.
Sumido en su recital privado, o eso simulaba, en primera instancia no habia percatado presencia alguna, tanto por el estar centrado como por el movimiento del que ahora tras un arbusto se colaba, con gran habilidad para escondersele y no ser encontrado. Llevo por el tezon de aquel musical entristecido su cabeza contra la madera rustica la cual apoyo con delicadeza abriendo calcinamente sus orbes azules que brillaron con el lustre astral que le fulguraba sobre. Parecia que queria decir algo al aire ya que su boca endulzada de las notas movia los labios torpemente.
El aire en brisa nocturna a eso circundaba entre arbol y arbol, de arbusto en arbusto, llevando las notas y el aroma entremezclado por cada recondrijo de aquel parque olvidado, con su fino paladar de sensaciones, sus ojos clavaron el la nada asi como aquella ves lo hizo mirando a los presentes, denotando al diferente.
- De nuevo aquel joven? -
Idealizo su mente con claridad, dos veces no era coincidencia, era sino el olfato y sensacion del pelidorado, aquel de grandes esmeraldas que cerca estaba, no podia olvidar una presencia tan facil, menos de alguien diferente...asi como el. Entono en ese momento la misma partitura que habia tocado para los pueblerinos, cambiando drasticamente el baritono agudo por ese tenor grave de sus cuerdas instrumentales, de seguro que aquel cambio, si el rubio esbelto estaba cerca se daria cuenta, aun mas, cuando el pelilargo cerro sus ojos bajando su mirada que perdida estaba. | |
| | | Lev D Antosha : Noble :
Cantidad de envíos : 18 Fecha de inscripción : 21/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Lun Mar 23, 2009 9:18 pm | |
| La luna estaba cada vez se veía más álgida en el cielo, dando a conocer a quienes la observasen que eran ya altas horas, no de la noche, si no de ya bien entrada la madrugada. De todos modos, eso era algo irrelevante; No tenía manera de regresar. Aun que, escondido cómo se encontraba entre la maleza, mirar hacía el cielo nocturno se le hacía sin lugar a dudas tarea difícil. Apartar las resecas ramas fue una idea que tan buen punto cruzó su mente fue tachada de locura. Podía ser escuchado... No era que aquello le importase, pero entendía que con ello llegaría el fin de las notas que le estaban dejando embalsamado.
Vampiro. Vampiro joven... Tanto era así que siquiera había reparado en ello... En eso. Aspiró débilmente el agraciado aire que fluctuaba a su alrededor y un suave fruncimiento de labios fue el resultado; No era humano. En absoluto su aroma era tan dulce cómo aquellos vivientes recipientes de comida. Pero curiosamente tampoco olía a putrefacción cómo los de su casta. Por esa razón había pasado desapercibido; La misma por la que tampoco se había sentido atraído hacía sus palpitaciones bajo la piel.
Paladeó el aroma cómo si fuese algo comestible que pudiese a llegar tomar sabor y tras pensárselo meticulosamente dio con el preciado resultado; Azufre. Un de fuego ... ¿Fuego?. Chasqueó ahora la lengua pero su sonido fue amortiguada por las entonaciones de una, ahora sí reconocida melodía. Pues aunque los acordes estaban cambiados la melodía seguía siendo la misma. Si no recordaba mal, fue la canción por las que más monedas había centelleado el recipiente metálico
Fuera tarde o no, su sueño comenzaba a invitarle a dejarse por fin a los brazos de Morfeo y así emprender el preciado y merecido descanso. Su cabeza deambuló sin un rumbo propuesto hasta que una de sus mejillas dio contra lo que sin duda era una rama mal podada. No era lo mejor. Pero sería perfecto para la causa en sí.
Cerró meticulosamente la mirada a modo calmo. Entendía que allí, a escasos metros había un ser que podía ser una amenaza para su raza, pero aún y así, si el mayor decidía atacar no encontraría método para salir airoso de la situación. Se acurrucó en su forma y cuerpo. Fría. La noche se presentaba realmente fría. | |
| | | Haji : Independiente :
Cantidad de envíos : 50 Fecha de inscripción : 16/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Lun Mar 23, 2009 11:15 pm | |
| Ya para esa altura de la partitura su fino paladar habia encontrado aquel que le estaba apreciando, no podia eludir el contacto del fino aroma a perfumes de nobleza, seria facil hasta para un humano de fino olfato entender que ahi, a pocos pasos, habia alguien usurpando soledad. Aunque, no solo fue el aroma a perfume limpido que por la brisa que azoraba su nariz le dio nocion alguna, sino que tambien como de costumbre, podia con esa rareza endemoniada persivir hasta el mas minimo detalle que le rodeaba. Era su arma de pelea por excelencia, asi mismo una buena guia y brujula al tratar de encontrar los que merecia su vista.
Paso algo asi como hora y media desde que se habia propuesto entonar acordes melodicos con su violonchelo de madera lustrada. Tanto tiempo que le habia dedicado, y mas de una hora de llegado que ese joven le estaba escuchando.
Llegaba al final de su partitura que termino sin apuro, su mano vendada daba los ultimos toques sobre su intrumento musical que sujetaba casi con su alma al parecer por la devocion del grito acustico que recorria los pastizales y la dedonda. Miro hacia un lado girando para la izquierda su rostro esculpido de piel blancuzca, sus ojos le guiaron el sentimiento que afinados casi como si tratase de una mirada felina por lo rasgados buscaban al muchacho que sin saber el porque habia detenido sus movimientos torpes que de seguro eran para arrimarse un poco mas.
Pasado unos minutos de busqueda el sentimiento encontrado hacia el que estaba de espectador fisgon le enfoco entre sus orbes azul cielo, un infantil metodo de esconderse, broto una pequeña mueca de sonrisa en sus labios apagados. Era verdad, alguien estaba entre la maleza lindera, pues se notaba un pequeño mechon rubio que salia extrañamente de entre las ramas, no era maleza eso, no cuando se escucha un letargoso bostezo y una respiracion tirmica que salia de ese lugar...no era normal...
- a menos que el suelo tubiera vida -
Pomposo su mente nuevamente idealizo en palabra sin soltarla al aire dejando su artilugio a un lado del arbol para incorporarse. Con miedo serio de no hacerle despertar asi no espantarlo, limpio con sus manos el traje azul noche de los pastos. Lentamente se le arrimo cabizalto mirando ahora ya mas nitido al jovencito esmeralda de horas atras habia encontrado. Este dormia placidamente entre juncales y matorrales, ramas secas y la maleza, aunque se habia dormido completamente, sus ojos cerrados y sus narinas alertas...dormitaba tranquilo, aunque la noche se hacia cruel de frio. No queria despertarle, asi que solamente se retiro el saco que tenia como traje, para al menos darle al joven algo para taparse, claro, sin despertarle. Asi lo tapo y dando media vuelta se le retiro para acomodar sus pertenencias, apesar de todo, seguia siendo humano. | |
| | | Lev D Antosha : Noble :
Cantidad de envíos : 18 Fecha de inscripción : 21/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Lun Mar 23, 2009 11:43 pm | |
| ¿Minutos?.. ¿Horas?. No lo sabía ni su mente estaba preocupada en buscar la respuesta a la enigmática duda del momento. Su sueño no tardó en vencer sus ansias por escuchar más de esa fragante melodía. Aún y así, en su subconsciente, ése que residía alerta pudo seguir escuchando las entonaciones que con tanta gracia le habían llevado al merecido descanso.
Su respiración se acompasó y sus labios se entreabrieron en una búsqueda más que desesperada por el aire que parecía no llegarle desde la nariz, y es que, pegado cómo se encontraba a la rama, la misma le dificultaba el acceso a lo más necesitado para subsistir, tapiando con sus formas su vía respiratoria. Pero no hizo ningún gesto de moverse u apartarse de la misma. Allí estaba bien. Escondido, refugiado... al menos, eso era lo que él creía.
El calido tacto de algo abrazarle le hizo emitir un gemido quedo y conforme; Así se estaba mucho mejor dentro de la utopía ya creada. El frío ya no aplacaba con tanta fuerza contra sus miembros, de hecho, ése saco hacía la función perfecta de escudo. Escudo que prontamente fue agarrado por una de sus manos y tironeó de éste para realzarlo y cubrirse hasta la altura de la nariz. Cosa que pareció no agradecer demasiado.
El aroma a azufre le envolvió con más fuerza, el antes examinado y paladeado perfume ahora se expandía en su interior por la cercanía que el abrigo había tomado con su propia nariz. Tosió suavemente. Era demasiado fuerte. No fue un gesto rudo pero si le sirvió para entreabrir sus luceros oliváceos, que directamente se postraron en la espalda de aquel que ahora sin abrigo, comenzaba a recoger sus pertenencias, seguramente, para seguir con su trayectoria... fuera la que fuese.
Más que obvio era que el otro le había visto. Huir de la situación sería tontería. Darse a mostrar demasiado tardío y despedirse demasiado estupido.
Pereció entre la maleza, debatiéndose en si alargar o no la mano en su dirección. Obligarle a quedarse. A no dejarle sólo. No le alcanzaría con ése simple gesto, estaba demasiado lejos cómo para ello. De todos modos, el orgullo pudo con él. Sus piernas se encogieron algo más para que quedasen totalmente bajo el saco mientras que sus dedos se aferraban a la tela entregada con propiedad, dando así por hecho que se refugiaría allí.
- Gracias. -
Articuló a duras penas con los labios pero de esos dos no llegó a profanarse ningún sonido que no fuera algo similar a un suspiro entrecortado. El mejor músico que había tenido deleite de escuchar y se marchaba, dejándole cómo única reliquia un abrigo de impoluta textura. | |
| | | Irisviel Von Einzbern : Duquesa Von Einzbern :
Cantidad de envíos : 43 Fecha de inscripción : 19/03/2009 Localización : Mansión Einzbern, Region Nordeste de Yorkshire
| Tema: Re: Toque nocturno Mar Mar 24, 2009 8:51 am | |
| Caminaba por entre las sombras; en estrechos callejones enladrillados, típicamente en su período, se entonaban mas intensos sus pasos a medida que avanzaba alejándose del carruaje que previamente le habría transportado a las afueras de la ciudad, el mismo que le esperaría paciente pues por orden de la misma ésta se disponía a deambular un rato, quizás pensó que aquello le pudiese otorgar algún tipo de velada que obviamente en la mansión no encontraría. Y es que aquella cierta preocupación albergaba pues su joven pariente en el don oscuro no habría hecho acto de presencia a la hora estipulada y tanto el como ella, en lo que es en su naturaleza, detestaban la falta de puntualidad y más aún cuando alguien de su casa no acataba las reglas que desde antes del existir de ambos ya tenían razón de ser basados en las órdenes y la experiencia de quien en su momento les liderara.
Furtiva y cubiertos los finos ropajes por una capa de terciopelo azul oscuro habría pasado desapercibida ante los ojos de los humanos que en su camino se encontrase; un poco absurdo podría parecer que la aquella se disfrazara para acudir a la ciudad teniendo la potestad de hacerlo a voluntad. Sin embargo deseaba observar todo desde otra perspectiva pues quizás en algún tipo de juego sus pensamientos se sumergían embelesándose con la idea del qué pueda suceder. Y aún así no era una mujer descuidada puesto que aunque pareciere que deambulaba en soledad cual sombra jugaba entre las penumbras, ciertamente uno de sus fieles sirvientes le vigilaba en lo oculto y de alguna manera aquella idea le proporcionaba cierto sentimiento el cual se podría descifrar como entre el encanto de saber que aunque esta noche deseara jugar al ratón cual zorro se camuflajease, no del todo estaba sola.
Ciertamente no estaba sola, pues comenzarían a llegar a su mente los pensamientos de aquel a quien degustaba el trato de su hermano, efectivamente el mismo estaba cerca, podía casi olerlo… esa sangre, en ese momento pensó percibir un aroma a azufre que le agudizó las papilas gustativas como si realmente tuviese un poco de esa sustancia dentro de la cavidad bucal, posó el índice derecho sobre los labios sutilmente delineados en carmín al tiempo que comprendía que el joven vampiro no estaba solo, incluso le pareció sentir como una presencia enigmática daba alusión a su existencia con su sola afluencia. Se propuso avanzar deslizando las finas botas que firmes hacían sonar sus pasos que no tardarían en hacerse escuchar en el lugar, ciertamente sabía que aquello podía tomarse como una intromisión pero se había dejado llevar por la curiosidad de las parsimoniosas notas que se habían entonado momentos antes de que la misma se hiciese notar, si, había logrado escuchar como paulatinamente la melodía finalizaba.
En silencio observaba como un caballero de puntual porte muy cuidadosamente, o eso le pareció, acomodaba un violonchelo en lo que rápidamente identificó como una caja mortuoria de acero. ‘Vaya…’ Un pensamiento le surcó la mente al ser intrigada por el insondable ser que seguramente ya se había percatado de su presencia desde antes de mostrarse, sin duda alguna no eran tan diferentes {?} y por alguna extraña razón no percibía un sentimiento de arrebato o sofocación, parecía no ser un ente irascible.
A lo que vino, giró apacible sobre su propio eje y avanzó en dirección del joven que al parecer adormilado reposaba; al encontrarse frente a éste una pequeña sonrisa cual complicidad demostrase le dedicó y al inclinarse, no completamente, hacia el mismo con sumo cuidado le rozó el costado izquierdo del rostro con el índice y dedo medio de la mano diestra, caricia que sugeriría un corto camino que bajando del pómulo finalizó en la barbilla del joven a quien observase fijamente en la armonía de un breve instante en el que se vio reflejado en las pupilas carmesí. Manteniendo las piernas semiflexionadas poco a poco bajaba hasta agacharse sin rozar el suelo más que con las plantillas de las botas y el borde inferior de la capa así como del vestido que portaba resguardado con aquella prenda, le ofreció una mano que afable era dispuesta a ayudarle a incorporarse.
- Es hora de marchar. - Claudicó en una suave entonación honesta que fue perfectamente audible para los seres que en lugar todavía se encontrasen. | |
| | | Haji : Independiente :
Cantidad de envíos : 50 Fecha de inscripción : 16/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Mar Mar 24, 2009 9:55 pm | |
| Ya se habia retirado varios cuerpos por delante, ahora bajo aquel arbol que descanso y recital nocturno le habia dado tomaba entre sus manos aquel violonchelo que previamente endulzado oidos habia tocado. Dejaba al pelirubio esmeralda descansar sobre la maleza con su tapado azulado, siendo la unica defensa en contra del adentrado rocio helado. No estaba tan fria la noche, pero aunque el jovencillo no fuera humano, era joven, y de cutis templado.
Apenas persivio un susurro de este, apenas una simple bocanada de palabras que simulaban un alegato de agradecimiento para el pelinegro, pero era en vano, este no entendia por mas fina que su perspepcion fuera, pues era mas un gemido somnoliento a que una palabra bien construida. Asi meros minutos despues inco para guardar sus pertenencias, suponia que la noche seria larga aun, y no tenia este sitio donde ir, era ese el sitio que habia escogido para que sea su cama...asi que no lo abandonaria, menos con un crio que apesar de no ser humano, tenia que al menos cuidarlo.
De un momento a otro, ya sentado sobre el cesped contra el arbol, de pierna semiflexionada y sin cobijo mas que su camisa blanca, a lo lejos cual zorro a la espera de atacar su presa, camuflado y esquivadizo pudo percatar otro individuo. No le simulo rara sensacion en su cuerpo...era extraño, el mismo holor que el ojiverde dorado.
- Acaso le estarian buscando?... -
Penso para si mismo ya evidenciando el arrimo.
De un momento a otro como si fuera traida por el mismo viento de la noche fria, una damisela de blanquesina cabellera, larga y brillante; estatura pequeña a comparacion con la suya, tanto como la del pelidorado, de ojos carmesi que entonados por el brillo astral centellaban ante el que miraban, ahora aparecia a simple cuerpo del que dormia sobre los pastos. No dudo en decirse para si mismo que esa damisela era del mismo linaje que el que descansaba, no podia obiar que al menos nobles de alto grado eran, los ropajes de esta apesar de ocultarse le delataban, aun mas teniendo la misma fragancia a realeza.
Paro con detenida parsimonia el esbelto pelinegro ojiazul, su mirada le recorrio a la jovencita el cuerpo sin ser percatado. Era costumbre hacerlo para mejorar su persepcion, aunque era mas que nada para identificarle. Su mirada errante, de ojos afilados se posaron sobre esta como pidiendo presentacion, apesar que el joven no se habia presentado, entendia el porque, pero ahora ella al menos necesitaba decirle un nombre, algo que de a entrever el repentino aparecer.
- Quien es...? -
Suavemente se escucho por segunda ves en el dia su tono de voz, aquel tan apagado pero grueso calibre, que ahora ante la repentina damisela daba, mas aun al ver como despertaba al adormecido joven rubio de su letargo de noche. | |
| | | Lev D Antosha : Noble :
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| Tema: Re: Toque nocturno Mar Mar 24, 2009 10:38 pm | |
| Mucho no había pasado desde que por fin se entregase al sueño por completo, abandonándose entre las malezas y lo que no sabía que se tornaría una mirada custodiadota por parte del pelinegro. Parecía sin duda destinado a no descansar esa noche; Infortunios o contratiempos le obligaban a perecer despierto. Esta vez, la causa fue una dulce y suave voz conocida. Más que conocida.
El frío tacto del dulce contacto de los delicados dedos de la dama le hicieron estremecerse rudamente. Tanto fue así que su movimiento provocó que cuanta planta le rodeaba en ése momento rechistase por tan repentino gesto, no obstante, sus parpados no se dignaron aún a mostrar su verdosa mirada, pereciendo aún oculta de quién intentase indagar en esta. Se aferraba a la idea de poder permanecer unos minutos más en la cómoda posición encontrada. Quizá y con suerte, volviese a sumirse en el sueño recién irrumpido por su pariente, pero parecía ser que Irisviel no se daría por vencida hasta llevárselo consigo, pues sintió los dígitos femeninos deambular por su rostro y terminar por postrarse sobre su decaída barbilla.
Alzó el rostro tal y cómo se le demandó tras profanar un gemido quejumbroso e inconforme. Nunca se negaba a los gestos de la dama, esta vez era obvio que no sería la excepción. Tras unos segundos de duda interna por fin optó por dejar ver aquello que con recelo había ocultado y aun que sus pestañas impidieron la primera visualización, no tardó en parpadear brevemente para, por fin, dar a conocer sus iris oliváceos con un ligero gesto desconcertado.
Ahora que se encontraba íntegramente despierto pudo contemplar aquello que en un principio le había parecido de lo más normal desde... Otro punto de vista.
- ¿Qué...? ¿Cómo me has...? – No pudo siquiera terminar de formular sus entrecortados vocablos cuando una voz excesivamente varonil sonó entre las sombras, no muy lejos de los que arrodillados en el suelo se encontraban.
Era él. Su músico personal. Parecía ser que había decidido no irse cómo era lo esperado. Sonrió sin conocer el real motivo del gesto y sujetando el azulado abrigo con una mano, tendió la libre hacía la fémina que tendía en su dirección una palma y con ayuda de la misma procedió a ponerse en pie con cierta expresión aún perezosa. Miró una vez más a la de cabellos platinos con duda mientras soltaba el firme aunque suave agarre que había forjado sobre su delicada mano al enervarse del pasto.
Parado ya sobre sus dos piernas, se llevó la diestra a la zona trasera para sacudirse suavemente las ropas de la zona, seguramente llenas de tierra y hojas muertas; Impecable. Sus ropas siempre debían verse cómo recién compradas. | |
| | | Irisviel Von Einzbern : Duquesa Von Einzbern :
Cantidad de envíos : 43 Fecha de inscripción : 19/03/2009 Localización : Mansión Einzbern, Region Nordeste de Yorkshire
| Tema: Re: Toque nocturno Miér Mar 25, 2009 3:46 am | |
| Cual serena aún se mostrase y afianzando la mano de su joven conocido, con moderada intensidad le halaría hasta ya verle en pié al tiempo que con delicadeza se incorporaba erguida con relación al suelo que húmedo se presentase ante la bruma del frío ambiente de aquél casi abandonado paraje; no obstante las entonaciones del individuo que ahora reposaba al tronco de un árbol le llegaban a sus oídos cual unísono aquella soltaría la mano del vampiro de quien contemplaría la profundidad de sus orbes y como el verde parecía más vivo al reflejarse la luz lunar en las pupilas que llenas de un aire de misticismo por un momento se dejaron ver.
– Disculpen ambos tan repentina intromisión a su velada pero me era imperioso, por ser él, venir por este joven pues esperábamos su llegada desde hace horas. - Vocablos suaves como su silueta eran dirigidos a ambos y aunque se había posado a un lado del vampiro era ahora el de finas facciones a quien observaba fijamente y a quien se dirigiría cordialmente antes de realizar una pequeña reverencia al inclinar la cabeza en dirección a este, manteniendo los ojos cerrados en ese breve momento para luego, alzando el rostro, enfocarle siendo el mismo el centro del horizonte que se visualizaba sombrío ante la oscuridad de la noche misma.
Tenue era ahora el reflejo que les iluminaba el rostro así como el sonido de los pasos de la fémina que avanzando sobre el pasto llegaría ante la presencia de quien le formulaba un simple cuestionamiento. – Irisviel. – Se limitaría a solo pronunciar un nombre, después de todo no pretendía pasar por noble desde el momento en que abandonó la residencia del mismo nombre. – Perdone que no pueda mitigar la ansiedad de expresarle lo gratas que son sus notas, ciertamente había cierta magia en la melodía que logré escuchar en lo que me aproximaba a este lugar. – Mientras aún articulaba se percataría de que el mismo se encontraba mas que reposando de lo ejecutado en el día, como si de alguna manera se dispusiere a pasar la noche sobre aquél pasto húmedo y el tenue resplandor que se colaba por entre las ramas del árbol que le brindaba sus pies.
– No deseo parecerle pretenciosa joven artista pero sería grato si pudiese acompañarnos a nuestra morada en alguna ocasión, esté mas que seguro que será bien recibido y que tanto a el como a mi nos ha encantado la exquisitez con la que interpretáis vuestras profundas notas. – Ya no podría evitarlo, se dejó llevar por el momento y la invitación había sido hecha pues sabía que sería del agrado del joven de dorados cabellos así como del disfrute del caballero que pareciere no tener lugar al cual ir por el momento, un leve rubor señalaba la pena que sentía ante sus acciones apresuradas y sin embargo pudo disimular muy bien aquel comportamiento poco usual al desviar la mirada a quien tenía al costado diciéndole sin pronunciarle que ya debían partir a la morada en la que seguramente mantendría las puertas abiertas a la espera de los habitantes nobles que en aquella pronto llegarían y su dueña respectivamente, no obstante permanecería allí un breve momento para escuchar lo que cualquiera de ambos tuviese que decir, manteniendo la vista en el músico e intercalándola con el vampiro guardaba silencio al tiempo que con la diestra retiraba unas furtivas hebras de cabello que el suave viento habían acomodádo al costado derecho de su rostro y que con un sutil movimiento habría retirado a cabalidad colocandolas propiamente detrás de la oreja de ese mismo lado. | |
| | | Haji : Independiente :
Cantidad de envíos : 50 Fecha de inscripción : 16/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Miér Mar 25, 2009 5:34 am | |
| Miraba atento el movimiento compuesto de ambos seres que al parecer por sus letras que salian de sus labios compartian algun tipo de lazo. Atento de mirada afilada, tan comun como siempre, ese semblante apasible, tan monotono como entristecido por cualquiera que le mirara, apesar de eso en sus labios siempre mostrando esa neutra labia, miraba espectante. Primero al joven esbelto de ojos esmeralda que atentamente se limpiaba las prendas, mostrando feacientemente su linaje de noble...sin dejar una pequeña hebra del cesped truncado en su ropaje disimulado, pero apesar de todo finamente confeccionado. Despues a la damisela peliplata...o era lo que la noche simulaba, apesar que opacaba levemente el astro nocturno, las estelas de las estrellas brillaban cayendo sobre la fria tierra entonando esa cabellera que parecia de plata, y que con la brisa, esta sedosa y rebelde se desacomodaba para luego ella arreglarla muy coqueta.
Ambos aromas eran tan identicos que bajo su nariz penso que compartian lazo sanguineo o algo por el estilo. Un delicado aroma a vacio, una sensacion de poca palpitacion cardiaca, y oido fino que escuchaba un aletargado respirar como si sus cuerpos rondaran por la senda de la eternidad...pero no sentia temor alguna, miedo ni espanto, al contrario, no sentia nada...capaz, capaz era por el tan simple hecho que habia perdido su humanidad hace tiempo y ya no le quedaba mas nada que perder...hasta la persona que le habian encomendado habia perdido...capaz era ese tambien, el porque de su mirada eternamente mesmerica y sin sentimiento alguno.
De un momento a otro, bajo la fria noche, ya ambos parados, la dama de ojos carmesi le miro de frente. Primero pidio disculpas por la interrupcion de lo que podria ser un supuesto descanso, estaba bucando al menor, asi que tal evidenciaba que no estaba perdido, sino que simplemente se habia escapado y esta joven le buscaba. No queria problemas, esa era la consigna primordial...pero tal parece que el menor dorado le habia metido en uno, apesar que sus notas sean delicadas y capten la atencion, este pensaba que si no actuaba de alguna manera delicado con ellos, podria pasar algo.
Asi le escucho, primero el porque de la interrupcion, despues a su pregunta con el nombre...se llamaba Irisviel la joven; despues le aclaro el porque y que buscaba al menor. Todo parecia llegar a un determinado y concluso final, pero para sorpresa de el, no se esperaba que ella ahora con un pequeño sonrojo mirando a un lado sin mirarle a los ojos le invitara como cortesia a hospedarse con ellos.
- Donde alguien invita a un desconocido...?...-
Penso el pelinegro algo anonadado, si recien la habia conocido, como era posible que le invitara a hospedarse con solo haber escuchado dos o tres compases?. Pero no podia rehusar...no podia ante dos seres que no eran humanos, capaz que el mismo destino le habia tendido algo de ayuda en su busqueda, y mirandolo por un lado, era demonio y si pasaba algo podria defenderse.
- Con gusto acepto...Lady Irisviel...-
Se escucho de sus labios aquel mismo tono que veces atras, era raro en el entablas mas de 4 palabras seguidas, o al menos formar una frase coherente, pero si asi el podria continuar, y de paso descansar con esa mano que le daban, gustoso de tomarla. Asi simplemente en reverencia le dedico a ambos, inclinando su cuerpo levemente para ellos. | |
| | | Lev D Antosha : Noble :
Cantidad de envíos : 18 Fecha de inscripción : 21/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Miér Mar 25, 2009 6:46 pm | |
| Lo que sus ojos se dieron a encontrar fue algo prácticamente inédito. Décadas al lado de la dama con la que compartía parentesco en su linaje oscuro y eran contadas las veces en las que había visto aflorar la vergüenza en su siempre carismática sonrisa. No obstante, aquello no fue lo que realmente le impactó. Acostumbrado estaba a encontrarse por la mansión pequeñas neveras humanas que pasaban allí la noche únicamente para servir de sustento a la anfitriona. Sin embargo...
Su ya despierta vista delineó con cuidado el hombre que ahora en pie, intercambiaba miradas entre ambos. Y un torrente de envidia le envolvió cuando el nombre de su fina compañera fue mentado en voz de éste. Prácticamente habían pasado la noche juntos y no fueron más de tres palabras las que compartieron, así cómo también sólo hubieron sido un par de veces las que intercambiaron algún tipo de mirada. Por un momento se sintió lejos de los dos adultos, cómo si de la nada hubiesen iniciado una especie de cortejo, olvidándose, claro, de la cabra extraviada del rebaño.
Envidia, vergüenza... Mucha vergüenza. Entendía los motivos de Irisviel para ir en su búsqueda. La apreciaba, respetaba y quería cómo una hermana, no obstante, el que se hubiera desplazado hasta ése pequeño pueblo apartado por su causa le hizo sentirse culpable. Desde su ingreso en la mansión había ocasionado preocupaciones por doquier. Pero ella siempre aparecía. Siempre. Pero la culpa no igualaba a la envidia. Ella, hermosa, llamativa en todos los aspectos, agraciada...; Una mujer. No podía llegar a ser competencia de ésta.
Entendió por cuenta propia que la reverencia mostrada por el pelilargo fuese para la dama y aplaudió internamente el poder de seducción que ésta tenía. En cuanto a él era muchísimo más torpe y directo con sus victimas. La seducción aún quedaba muy achacada, algo que debería mejorar, claro. Bajó inmediatamente la cabeza, haciéndose así el desentendido de esa situación que comenzaba a comprender de apoco. El viento jugueteó con sus lacias y doradas hebras, pero al contrario que la fémina, él no hizo gesto de recolocárselas, por lo que estas tomaron posesión de la amplitud de su frente y cayeron entorno a sus pálidas mejillas con gracilidad, cepillandole la piel con cuidado.
Sin enderezar lo más mínimo la mirada, su mano vagó en pos del cuerpo de curvas finas y sostuvo con delicadeza parte de los ropajes de quién parecía azorada por la situación, intentando con ello llamar su atención, ante ése gesto el grueso abrigo que portaba encima de los hombros cedió, medio descubriéndole las finas ropas típicamente nobiliarias. – Vayamos... – No era ni mucho menos su intención irrumpir en las presentaciones, pero dadas las altas horas el cansancio seguía ciñéndose en su pequeña persona. De seguir así, terminaría por dejarse caer en algún lugar para ser recogido por algún transeúnte humano... Con suerte, no sólo dormiría; También conseguiría algún tipo de aperitivo. | |
| | | Irisviel Von Einzbern : Duquesa Von Einzbern :
Cantidad de envíos : 43 Fecha de inscripción : 19/03/2009 Localización : Mansión Einzbern, Region Nordeste de Yorkshire
| Tema: Re: Toque nocturno Jue Mar 26, 2009 9:35 am | |
| – No es el lugar apropiado para conversar. – Suavemente respondería aquella que febril posaría la vista sobre el pequeño de doradas hebras, viéndole de reojo inicialmente y retornando la mirada al músico, mientras seguía con la pequeña cháchara.- Ciertamente hay que descansar. – Habría dicho aquello con sutil entonación al tiempo que sentía como el abrigo era halado por el chico, sabía que no había intención ante aquél pequeño acto y con la diestra lo acomodó respectivamente pues no podía permitirse que en tan inhóspita madrugada en aquella villa a las afueras de Londres le vieran cual realmente era en título ante la sociedad pues peligroso podría resultar aquella locación.
Voltearía a ver al joven de manera concreta posando los carmesí en el mar de las verdes pupilas y grácil aquella le repartió una nueva caricia, esta vez en una entonación no de preocupación pues era más bien la necesidad de darle a entender que el móvil de sus actos era él. Y fue así como le tomó de la mejilla derecha, deslizando la enguantada mano por entre las hebras de cabello despejándole parcialmente el rostro en un movimiento en ascendente que finalizaría al costado de la cabeza.
Se reincorporaría siendo ahora aquella el centro de atención al declararles con voz firme y tenue tono que deberían avanzar hasta el carruaje que estaría en espera de la misma al final de aquél callejón por el cual había accedido hasta el lugar en el que se encontrasen. Y es como habiéndoles indicado la dirección; la fémina daría la media vuelta y comenzaría en andar esperando que el caballero de oscuro porte les siguiera por sobre el húmedo lugar que comenzaba a abrazarles con el típico frío que a esas horas se hacía presente y manteniendo al chico sujeto avanzaba con este a su lado, entrelazando sus dedos con los propios, quizás así podría representarle un aire de seguridad y la confianza con la cual ella había ido en su búsqueda, después de todo era el único pariente con el cual vivía y a quien, como hermano menor considerase, tenía la obligación de velar y el compromiso emocional de complacer pues aunque ella fuese la Señora y dueña de su casa, tesoro más preciado no encontraría en estos días más que contemplar la sonrisa que aquél muchas veces le negaba al mundo.
– Espero que no le sea molesto caminar un poco Sr… - En aquél momento comprendió la descortesía que había cometido para con el acompañante de ambos vampiros, pues si bien es cierto que otorgó su nombre, la misma no se percató en preguntar un nombre con el cual nombrarle. Detuvo sus pasos y se quedó inmóvil por un momento pensando en la mejor manera del cómo podría preguntarle su nombre sin parecer descortés o mínimo disimular la infracción en modales en la que había inquirido.
Repentinamente escuchó como el rodar del carruaje ya conocido se aproximaba al lugar y únicamente se podría contemplar la silueta acercarse hasta ellos; ya estando frente al móvil se reconocería un olor conocido, era el fiel sirviente quién sobre el asiento del chofer esperaba las órdenes de la joven en apariencia, su ama, quien no dudaría en sonreír ladeando el rostro a sus dos acompañantes con un aire de tranquilidad, confiada en que pronto llegarían al destino en donde probablemente encontrarían reposo, una buena comida y quizás un baño antes de dormir.
No esperaría a que su sirviente le abriera la puerta y ésta con la mano derecha tomaría la manija y halaría la misma abriéndose paso y de manera apresurada más no siendo falta en elegancia se adentraría en el carruaje y reposaría su cuerpo en el asiento que paralelo se encontrase contra la pared de madera que fuese en el exterior la parte trasera del mismo, con amplitud de visión cual tranquila se mostrase observaría a los dos hombres que frente al carruaje aún yacían de pié, emitió un muy suave suspiro denotando tranquilidad en aquel ambiente y es así como aquella sentada reposaría manteniendo los ojos cerrados pero siendo plenamente conciente del acontecer de su alrededor.
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Acotación: Es mi último aporte a esta crónica por mutuo acuerdo con Lev ya que conversamos sobre ir ya a la Mansión. n n^ | |
| | | Haji : Independiente :
Cantidad de envíos : 50 Fecha de inscripción : 16/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Jue Mar 26, 2009 5:24 pm | |
| Acotacion: Entiendo su necesidad de partir a un nuevo tema, aun asi, siempre queda algo por dar mientras el movil se mantenga en la villa y no parta a donde usted y su acompañante dorado decidan. No se adelante a los pasos, no se sabe en que resultaria por parte del otro. _____________________
A lo lejos a medida que tanto la peliplata ojiroja de cutis aperlado y su pequeño acompañante, aquel que habia pasado largas horas con el, ese jovencillo de ojos esmeralda y cabello dorado hablaban y por si mismos ya tomaban una decision del rumbo a tomar, ya al parecer estipulado de antemano, pero sin haber previsto este pequeño lapso de tiempo; hacercaba con rapidez una carroza esculpida que dislumbraba cada ves mas arrimaba.
Seguia el pelinegro en ese corto periodo de tiempo ideando las mismas frases que anteriormente, el no querer problemas, el seguir como siempre, asi tambien como no dar a mostrar su entereza endemoniada. Solo pocos le conocian el pasado de aquella mano vendada, y si era por mantener su silencio y semblante, accederia a pasar la noche, o el dia con los que ahora le invitaban a su hogar. Encojio de hombros tenuemente acomodando sobre el iquierdo aquella caja metalica que portaba su violonchelo, asi pasaba desapercivido y siempre temido por los pueblerinos, no era normal ver a una persona de ese porte caminar como si la nada con un cofre mortuorio, asi que siempre pasaba como un simple sepulturero, su traje al menos le ayudaba tambien...claro ni hablar de su manera de ser tan fria como sin sentimiento alguno, al menos para los que lo miraban por fuera.
Primero bajo la noche fria escucho al jovencillo de doradas hebras como con un deje de cansancio a punto de rendirse a cuentas del dios morfeo, sujetaba firmemente las telas de su compañera exclamandole retirada, en verdad apesar de no ser humano, quedaba ese destajo...esa inocencia que todo ser de corazon caliente en su juventud tenia. Mientras que aun tenia el abrigo suyo, parecia encariñado. Despues a la damisela de nombre adornado de nobleza, la cual a posterior de invitarle, acudio a las palabras del somnoliento ojiverde y mirandole ahora al pelinegro con un deje de verguenza le invito a irse con ellos terminando su frase con un inconcluso 'Sr', como si estubiera reacia por verguenza a preguntarle su nombre o al menos apodo.
Camino accediendo sus palabras, ya estaba todo finiquitado y las palabras de mas sobraban, asi mismo como los actos. Arrimandose calcino por detras de ambos quedo parado a la entrada del carruaje con su mirada errante, miro con tenuidad a la dama, la cual entro y tomo asiento, depues quedo sus orbes azules sobre el dorado que aun parecia algo mareado por el rapido despertar.
- ...Haji...puede decirme, lady. -
Dijo consiso al aire aun sosteniendo su mirada sobre el menor, para que ella no caiga en la verguenza de preguntar, ademas, tambien a el se le olvido el presentar. No era muy habido a las palabras por eso muchas veces pecaba de bruto, aunque a la manera suya siempre encontraba las palabras exactas para que a oidos ajenos entendieran lo que buscaban.
Asi fue como se presento, algo brusco y sin previo aviso. Aunque pensaba que asi se forjaba el destino; tan solo espero porque el menor tomara lugar, y sumiso como siempre su estar de palabras, escucharle la invitacion a tomar lugar y emprender la retirada. | |
| | | Lev D Antosha : Noble :
Cantidad de envíos : 18 Fecha de inscripción : 21/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Jue Mar 26, 2009 8:06 pm | |
| Observó de soslayo y de manera casi protectora el cómo la frágil figura de su hermana procedía a introducirse dentro del carruaje con sus siempre elegantes formas. Vampiro o no, estaba seguro que no existía ser que pudiese ser tan exquisito en sus modales cómo lo era ella. Rezumaba gentileza y ternura. Lo oportuno hubiese sido seguirla y de inmediato aposentarse a su lado, sin embargo... Una fuerza mayor a él que nada tenía que ver con la curiosidad le hizo volverse al de largos y lacios cabellos. Pese a la oscuridad no tardó en ubicar el brillo de sus iris azules y curiosamente, estos ya estaban mirando en su dirección.
Agradeció que la oscuridad fuese lo necesariamente densa cómo para que su perceptible rubor no fuera del todo jactable a ojos ajenos. Ni en una mujer nunca había visto nunca esa belleza. Meramente descartaba el hecho de que fuera una por su tosca y masculina voz. Esa que contadas palabras había soltado. Sea cómo fuere, el aroma tampoco era de una dama. Pero... prosiguió centrado en aquella mirada hasta que la palabra lady le hizo arrugar tenuemente los labios.
Claro. Para ella. ¿En qué demonios estaba cavilando su mente?. Debía ser que tantas horas de contención le estaban jugando malas pasadas. Sí, la sed... Todo lo achacaba a ello. Al hambre inmortal. Al hambre roja. Aún y así, dirigió una última mirada filosa a quién fuera antes su compañero en la noche. Pudiese claramente haberse interpretado por una infantil y suspicaz muestra de celos. Más, su alto orgullo no le permitía siquiera el pensar en ésa posibilidad, esa mirada seguramente quedaría cómo una más de las dedicadas, sólo que ésta había sido, tal vez, más expresiva que el resto. Ella estaba cerca... Era mejor no informar de su disgusto a viva voz. ¿Qué pensaría?. Él... Él no era raro. Gustaba de las mujeres. De féminas con insinuantes curvas que sucumbían embobadas a su encanto aniñado. Esas que se dejaban morder sin excusa. Aquellas que le ofrecían la vida a cambio de nada. Aquellas patéticas y frívolas humanas.
Dio media vuelta con aquella gracia que su condición vampirica le bendecía, quedando así frente a la pequeña escalinata que se tendía frente a él. Sus pequeñas manos se enredaron a los lados de la puerta para darse el impulso necesario; Su estatura podía llegar a ser realmente comprometedora en casos así. Condenado a estar encarcelado a menos de un metro y medio era un castigo severo en algunos aspectos.
Una vez logró adentrarse en el carruaje no tardó en sentarse dónde creyó que le correspondía; Al lado de su no tan joven anfitriona. Hundió la espalda en su respectivo asiento con los labios ligeramente fruncidos. No. Debía dejar de pensar en aquello... cómo si el abrigo prestado por aquel que olía a azufre pudiese valerse de diferentes funciones, se cubrió con éste a modo que no se vislumbrase más de si mismo que algunos de sus rubiáceos mechones por la parte de arriba y a su vez, algunos retazos de las prendas que traía puestas. Tenía por seguro que el otro se sentaría frente a ambos cuando decidiese a entrar en el mentado carruaje y era menester evitar su mirada... Aunque eso acarrease comportarse de manera tan irremediablemente infantil.
Quería llegar ya. Sumirse en la oscuridad de su apartada alcoba y perderse dentro de las aguas que su baño privado estaría resguardando. Beber lo que de por seguro algún sirviente se ofrecería a tomar y dormir. Dormir para levantarse tarde y ver todo lo sucedido desde otro punto de vista. Sus dedos, delgados y de un color blanquecino se cerraron con fuerza entorno a la tela de aquel saco que seguía cubriéndole las fracciones y bajo esa capa de gruesa tela que le resguardaba de toda mirada bostezó queda e insonoramente. De seguir allí, terminaría por dejarse al sueño.
* [Off: Yo... Cómo gusten~. No veo objección a seguir un poco más aquí o sencillamente abrir tema en la mansión,. Lo dejo a la elección de ambos. ] | |
| | | Irisviel Von Einzbern : Duquesa Von Einzbern :
Cantidad de envíos : 43 Fecha de inscripción : 19/03/2009 Localización : Mansión Einzbern, Region Nordeste de Yorkshire
| Tema: Re: Toque nocturno Vie Mar 27, 2009 4:42 am | |
| {Hai, hai. n n^} ________________________ Aquella que en serenidad observaba, calma ante la agradable compañía de su pariente y el caballero invitado, en su mente varios pensamientos le invitaban a procesar más ‘porqués’, ‘qué será’, la duda verdaderamente intrigante e incluso hasta exquisita podría parecer, como una sutil invitación a un evento incierto a la cual aquella, si así fuese, posiblemente meditaría y sin embargo no se dejaba llevar por aquellos pensamientos que de alguna manera, ante su condición de nobleza como por su naturaleza en sí, le parecían un tanto absurdos si se refería a la verdadera esencia que habría percibido del ser que observaría a la puerta del carruaje.
De manera suave, con la diestra, acomodaría la falda de su vestido aplanando las posibles arrugas que al haberse desplazado hasta el asiento pudieran haber aparecido pudiendo parecer aquél acto uno innecesario puesto que era a su morada el lugar al cual se dirigían, pero no podía evitar ser así, tan meticulosa con su presentación así como con sus palabras y obviamente sus actos pues podría ser aquella dama algo imprudente, virtud que desde antes del abrazo no había podido corregir según decían uno que otro ser que ya solo en sus memorias habitaban como sombras a las cuales no podía siquiera figurarles el rostro o reconocer la entonación de sus palabras, solo eran voces, voces que pocas veces, muy pocas en realidad, llegaban a su mente cual mentor fuesen. Ciertamente el recuerdo era vago que hasta le parecía extraño. ‘¿Porqué lo he recordado ahora?’, fue ese pensamiento el que le incentivó a no quitar la mirada de aquel, como quien indagando estuviese, en su semblante solo podría visualizarse aquel rostro implacable que solo observaba en silencio, pero sabía que podría ser mal interpretado por ambos como si alguna segunda intención poseyese a lo cual inquirió a cuestionar con elegancia.
– Poseéis un arte casi olvidado, olvidado porque hoy en día abunda lo burdo y aquella vieja usanza, tales maneras de expresión, son muy pocos quienes aún las conservan. Perdonad que sea tan directa pero puedo deducir que no sois un simple músico callejero, tampoco alguien que por amor a su melodía ofrece tal espectáculo pues no solamente amáis las notas y la magia con las que podéis embelesar tanto a nobles como al público que tuviste hace unos momentos, se puede ver que hay más. - Realizaría una corta pausa acomodando las ideas de su mente para explayarse como deseaba ser escuchada y no pareciere que fuese una fanática que se dejase llevar por impulsos. Sonrió tenuemente antes de proseguir declarándole al invitado. – Sé que es extraño que de la nada os llegue una invitación de tal calibre pues si otro fuese simplemente os hubiese indicado el lugar para que os presentareis cuando y como queráis si es que en realidad lo quisieras, pero… -En ese momento giró levemente en dirección de su familiar y contemplándole en aquel gesto que para ella resultaba encantador, ocultaría la mirada carmesí ante el contacto que la misma proporcionaría con los labios sobre la cabeza de a quien ahora le sostuviese levemente contra sí al posar una de sus manos sobre el hombro de a quien le otorgaba algo de afecto en ese momento. Aquello le pareció necesario pues no pretendería excluir al joven en ningún momento, incluso desde el momento en el que irrumpió entre ambos. Sin dejar de estrecharle, en un gentil movimiento acomodaría la cabeza propia contra la de aquél rozándole suavemente al acercar la mejilla del lado diestro sobre la coronilla de su cabeza, alzando los parpados con suavidad, enfocaría su vista en quien tuviesen enfrente dándole a entender que la invitación era basada en los deseos que desde un inicio percibió en su hermano, deseos que aquella con seguridad estaría gustosa de complacerle pues amaba su ser y aquella sonrisa que no veía en mucho tiempo.
– ...Sé que ya habéis interpretado para él, os pido que lo hagáis nuevamente sino es mucha molestia para vuestra persona. Os ofrezco un lugar donde pasar las noches que deseéis, alimento y un pago bien remunerado si nos deleitas con vuestra aceptación, en especial al aquí bien amado. Sólo os pido esas sonrisas. -Impetuosa, no podía controlar sus emociones en cuanto al muchacho se refería, sabia que aquella petición era mas que extraña, que podría resultarle al invitado más de lo que estaría dispuesto el a ofrecer, pero no perdía nada con intentarlo, no habría realmente nada que pudiese parecerle exorbitante en comparación con ver alegría en el somnoliento rostro pues si bien era la propuesta rechazada, con decepción en si misma para con su hermano al sentir que le habría fallado en tal capricho, ante el caballero podría actuar de manera política, ofrecerle una sublime disculpa e incluso un pago en monedas por la posible molestia que sus acciones apresuradas podían causarle. | |
| | | Haji : Independiente :
Cantidad de envíos : 50 Fecha de inscripción : 16/03/2009
| Tema: Re: Toque nocturno Vie Mar 27, 2009 5:25 am | |
| Ciertamente parecian oportunidades dadas por el capricho del mismisimo destino, momentos que solamente pasan en una ves cada decadas, al menos era eso lo que pensaba, habia vivido mucho tiempo vagando de pueblo en pueblo por las calles y empedrados de estos, recorrido los callejones mas abandonados y a su ves lidiado con reos, familias, policias y nobles de todo calibre; lo que le llevaba a mantener una gama de ideas sobre estos que ilustraban su tan añejada pero no venida a menos mente. Por eso en ese momento, bajo la luz de la lustre luna que jugaba a las escondidas entre las nubes acumuladas de rocio y estrellas palidas azoradas por el prospero pasar de horas, supuso que esa era una de las oportunidades mas valiosas, capaz y en una de tantas vivencias el dios chronos le habia torcido el brazo, y en su eterna busqueda de lo perdido, una ves, al menos una, alguien miro mas haya de sus ojos perdidos y su canto entristecido y ahora le brinda una pequeña mano. Aunque sabia bien que no se podria quedar por siempre, asi que al menos esperaba que entendieran del buen gesto, y de paso aprovechar sus contactos para seguir su eterna busqueda de lo que pareceria perdido y abandonado.
Mantenia la mirada sobre el pelirubio de esmeraldas brillantes, apesar de ser noche, y el tener sueño encima, sus ojos grandes no podian opacar ese brillo, su piel no podia dicimular cuan esculpida estaba, sus labios armonicos, no paraban de mostrar...que era junto con la damisela de cutis aperlado y cabellera santa, seres como el, excluidos de la realidad de una tierra prometida para humanos.
Miro subir al jovencillo dorado, miro como se acurrucaba entre la madera, almohada y compañera, era un joven muy niño, apesar de haber vagado solo, se escondia tras abrigo mostrando su venido sueño, era un crio...Mientras, la dama escarlata, el pelinegro terminaba de ver a uno y para no ser menos miraba a ella con profunda templeza, no podia dicimular la belleza de ambos, apesar de ser una mujer de pequeña estatura, sus orbes rojas le miraban entonadas con ese lustre sediento, un tanto infantil tambien, pero que perfundia en los sentimientos de quien mirara. Por un momento azoro mirada, no expreso mucho, pero le dio el tiempo para que ella le hablara...muy abiertamente, raro...entendio que era desde un comienzo el deseo del jovencillo, estar a su lado como arrendado juglar, tocar por monedas y pan, tener un techo y un estar...eso era lo que ella le decia, tambien le dejaba entrever que sabia su esencia, o al menos sus palabras con decision y sin miedo a equivocarse mostraban.
Estaba en lo cierto, todo lo que decia de el tenia un deje de veracidad, aunque no le convencia mucho la idea de ser un arrendado, tomaria unos dias para estar con ellos, arreglar su ajenda de viaje, y tener con su ayuda una idea mas clara de por donde continuar su busqueda incanzable.
Con su cabeza accedio a sus palabras, le miro a los ojos con los suyos azules, jugo un pequeño momento con las miradas mientras ella acariciaba a su sangre. Ya ambos dentro el pidio para entrar. - ...con su permiso, lady...- le dijo soltando su carga para pasar primero. El asiento frente a ambos estaba libre, asi que cmo caballero que era se sento mirandolos de frente y a su lado poso su pesada carga mortuoria, miro a ambos y entrecerro sus ojos un leve instante, sus manos llevaron ambas a su regazo y las junto simil sin preocupacion.
- ...solo entono melodias del alma...no soy aquel que vago como jugar de gran historia...-
Menciono suavemente con esa tonalidad gruesa de sus cuerdas vocales, en un intento para no pasar por alguien importante, acotando simplemente que era uno mas que entonaba melodias elocuazes, pero se mentia a si mismo, siempre apesar de todo un cantante de esas tonadas, tiene un porque y una historia que le respalda. ------------ ------------ Actotacion: Si desean pueden cerrar el tema como se merece, habria quedado de mal gusto cerrarlo previamente sin saber lo que pasaria, ya ahora al menos se sabe. | |
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