La reina en coma [Libre, algín sirviente/mayordomo]

Las amplias puertas dobles de la habitación real se abrieron de la patada del platinado que entró con sus manos ocupadas, avanzó hacia la cama donde recostó a su esposa quitándole la chaqueta con que lo cubría acariciando su cabello. Algo de culpa y enojo se mezclaban en su pecho mientras miraba las heridas en el cuerpo del menor causadas por su propia mano, varias veces se había sobrepasado pero nunca tanto y nunca le había golpeado en su forma humana, sabía lo débiles y delicados que eran esos seres y realmente temía por la vida de su hermano, aunque por otro lado estaba enojado por el hecho que su hermano, un demonio pura sangre hijo de guerreros, negase su poder para estar en esa forma tan… patética.

Bufó molesto mientras le tapaba acomodándolo en la cama, acariciando su cabello esperando la aparición de algún sirviente o mayordomo con su pedido de agua y toallas.

Su cuerpo había dejado de sangrar, pero presentaba profundos moretones de un horrible color morado asemejándose al negro en la espalda, el vientre y uno pequeño en el pómulo. Su rostro enrojecido mostraba una creciente fiebre y su cuerpo temblaba de vez en cuando, aunque los temblores cesaron cuando le fue acomodado tranquilamente entre las mantas, al parecer sentía cuando el cambio de ambientes era casi obvio, había pasado toda la noche en las mazmorras y ya casi amanecía.

llegue al llamado urgente del rey alator quien solicito toallas y agua, al parecer el rey Zyon estaba muy mal herido y tenia cierto conocimientos medicos pero con esas heridad tan graves seria dificiol que yo pudiera sola

compermiso su majestad-dije algo preocupada y nerviosa al entrar a la habitacion real-que terrible, esto esta muy grave,si me permite,su majestad alastor, poner esta toalla en la frente de Zyon-sama-inmediatamente moje la toalla y la puse en su frente tenia una fiebre muy alta-en cuanto alas heridas tendre que presionar un poco para detener las emorragias,esto ba a lastimar algo Zyon-sama-moje ottras toallas y las puse sobre sus heridas-disculpe mi atrevimiento su alteza alastor, que sucedio?

Se apartó dejando que la sirvienta le atendiera, la prioridad para él era bajarle la fiebre y era algo que ni con sus habilidades como demonio podía hacer, se sentía impotente y odiaba aquello. Sus manos se empuñaban hasta que sus cortas uñas se clavaban en su palma pero solo permaneció a un lado observando el herido rostro de su hermano.

Al escuchar la pregunta de la sirvienta el sonido de la porcelana romperse llenó el lugar al el demonio lanzar contra una pared el florero de la mesa de noche de su esposa esparciendo el agua y las rosas rojas que allí había. Su voz se elevó severa y furiosa - ¡Cállate! ¡Limítate a tu trabajo! ¡Lo que le pasó a la reina no es de tu incumbencia! – tras aquello soltó un gruñido y sus pasos se acercaron a la puerta mientras su mano derecha iba a su cabeza en un gesto de preocupación.

le ruego me disculpe.su..majestad-dije algo asustada por el tono de voz de el rey alastor cerrando los ojos un momento, su majestad estaba muy alterado y era dificil trabajar con ese ambiente en la habitacion-su majestad Zyon, resista...estara bien...-dije con una voz dulce y suiave para calmar el corazon de Zyon-sama-es demasiada.....-dije refiriendome a la temperatura-su majestad alstor deveria calmarse un poco pondra nervioso a su alteza Zyon, se lo pido por favor.-dije seria mientras atendia las heridas del rey Zyon..-

De repente, el pañuelo sobre su frente comenzó a cristalizarse en hielo, escuchándose como este tronaba ante el exceso de frío en el objeto. Ahora su rostro no se encontraba ardiendo, al parecer alguna fuerza había tranquilizado la fiebre al grado de casi congelar la manta que le cubría. El efecto despareció cuando su temperatura se normalizó completamente, llegando a relajar su rostro y cuerpo.

Su verdadero yo se encontraba vivo, débil .. Pero seguía con las fuerzas suficientes para calmar su imágen humana, que todavía estaba inconciente.

El sonido del hielo resquebrajarse le hizo girar el rostro mirándole principalmente su cabello, comprobando que aún estaba castaño suspiró desanimado - Maldita sea Zyon, mejórate… - murmuró acercándose a la cama rodeándole hasta los pies de la misma apoyando su peso en una de las columnas mirándole desde su ángulo tratando de mantener la calma. Sin poder mantenerse quieto se separó y comenzó a caminar por la habitación como león enjaulado.

su majestad Zyon......tranquilo..todo saldra bien..si?-con una poderosa persona...-oo cielos, que debo hacer,si tan solo...tubiera suficeinte poder-murmure como hablando a mis adentros-la emorragia paro de momento...su alteza alastor..es buena señal.

Escuchó a la joven sin voltearse hacia ella, solo mirando con aire de preocpación y enojo a su hermano - ¿Qué necesitas para curarle? - preguntó algo seco. Por su posición no tenía por que dar explicaciones pero sierta preocupación le molestaba pues si ella veía las heridas en el cuerpo de su hermano, claramente hechas con un latigo o incluso con un arma cortante, sin mencionar la reciente quemadura en su vientre casi cubriendo el ancho del mismo, podrían correr rumores que podrían avandonar el palacio...

Ladeó su rostro hacia ella, pensativo y calculante, seriamente pensaba en matarle cuando acabase de atender a su hermano y su mirada le delataba...