Con suaves movimientos le ayudó a deshacerse de su camisa, cosa no muy dificil puesto que uno de sus hombros no estaba puesto por la presencia de aquel ser incrustado sobre su hombro, dejándo caer a un lado de la cama la camisa se apartó levemente para mirarle. Sus dedos le recorrieron desde su cuello pasando por el delgado pecho ajeno continuando por su camino hasta la intimidad del menor acariciándola con uno de sus dedos bajando hasta sus testículos cuales acarició con su mano extendida envolviéndolos con sus dedos levantándolos al igual que su miembro rozándolo contra su cadera. Respiró profundo el aroma de su hermano dejándole acariciarle y pellizcarle a placer mientras sus propios labios se presionaban contra la delicada piel del mismo besando la longitud de su cuello.