Unas cuantas almas, una invitación. *Priv.*

Desde la cima de una azotea la silueta del shinigami sentado en la misma miraba hacia abajo, con la luna de respaldo y las sombras del callejón solo se veía la silueta negra y el reflejo de los lentes algo más brillantes, a parte del brillo de la hoja de la motosierra que colgaba desde su mano hacia abajo - Hieee..~ ¿pero que tenemos aquí? – canturreó aquella voz resonante y algo chillona, entonando cada palabra con un deje de gracia. Se levantó y desapareció su guadaña entre sus ropas dejándose caer. Un pie después del otro tocaron el piso haciendo un sonido agudo al pisar el charco de sangre. Sus cabellos rojos al igual que su chaqueta larga de igual color cayeron por su espalda cual cascada.

Sonrió mostrando aquella hilera de dientes afilados y aserrados cual tiburón, la escasa luz alumbraba a medias su rostro dejando ver los rasgos delicados pero grotescos por pequeños detalles. Sus ojos amarillos parecían destellar como los de un gato mientras pestañaba un tanto coqueto agitando sus largas pestañas negras a través de sus anteojos. Paso a paso se acercó a la criatura negra - Hermoso trabajo, tanta carmesí por todos lados, tanta decadencia y muerte en almas ya condenadas solo por morir en tus garras, demonio~ – murmuró en un mismo canturreo llegando a el alzando sus manos enguantadas para tomar las mejillas de la criatura entre sus manos solo tocándole con sus dedos para mirarle de cerca - Que hermosa mirada… ¿A que me haz llamado, querido? Por que no creo que tanto arte sea por cualquier cosa, más al mencionar mi nombre~ – mantenía sus brazos estirados sosteniéndole acariciando su mejilla con su pulgar, mantenía distancia pero le miraba como quien observa la criatura más hermosa del mundo.

El aire cálido del aliento del demonio acarició el rostro del shinigami pero a este no pareció importarle puesto que ni siquiera respiraba a no ser cuando tomaba aire para hablar. Sus dedos se perdieron en el humo bajando sus manos pasando su mirada amarilla por las manchas sangrientas en la pared, los charcos en el piso casi cubriéndolo por completo y finalmente volviendo a una pared se acercó a esta estirando sus dedos hacia la chorreante mancha - Carne y sangre~ - dijo sin voltear al rubio que tomaba forma a algunos metros del.

Sus dedos acariciaron la mancha dejando la punta de sus negros guantes húmedos y un tono más oscuro pese a ser negros - La carne no me interesa, son insignificantes bolsas que guardan la verdadera esencia de la vida. El hermoso color del interior de la mayoría de los seres vivientes~ ¿Pero de que me serviría que me dieras sangre cuando yo mismo la puedo conseguir? – Se giró hacia el y amplió su sonrisa al verlo. Su mirada le recorrió libidinosamente por cada centímetro cuadrado de su anatomía y mordió su labio inferior alzando su mano para abanicarse con ella - Mmm~ ¿Por qué los ponen en empaques tan lindos? ¿Cuál es tu nombre, sexy demonio uniformado? – pese a que pensaba seguir hablando claramente su atención se vio desviada a la apariencia del demonio.

Llevó la punta de sus dedos a sus labios y estos se mancharon de la sangre que aún impregnaba sus guantes, su mirada no se despegaba de los movimientos del germano mientras sonreía - Un peligro inminente de los cuales los demonios no se pueden defender... - musitó en un susurro viendo marcharse al pelirrubio que dejaba una estela de humo negro en su andar. Una risa un tanto paranoica se escuchó antes de que el shinigami saltase haciendo pie sobre una de las paredes para aterrizar detras del germano envolviendole por la altura de sus hombros con sus brazos en un abrazo que no le dejaría levantar sus propios brazos. Su rostro se acercó al oído del rubio - No soy guardaespaldas de nadie, Vehrzi-chan, pero iré a ver~ Si veo algo que me guste y me entretenga les protegeré. Sería una pena que tan hermosas criaturas como ustedes desaparecieran~ Hahahaa~ - soltandolo al demonio solo retrocedió previniendose de una reacción agresiva y tirandole un beso con su mano volvió a saltar a una de las azoteas para perderse en la noche.